La otra pelea: cruce de acusaciones, de un lado y del otro
Edición Impresa | 22 de Agosto de 2025 | 02:34

La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, salió con los tapones de punta contra el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, por el operativo policial ante la violencia de hinchas de Independiente y la Universidad de Chile. Desde la Provincia le contestó su par, Javier Alonso, quien explicó de quien erans las responsabilidades dentro de la cancha.
En su crítica hacia Kicillof, el Ministerio de Seguridad que está encabezado por Bullrich acusó al gobernador bonaerense y al presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, de “llevar adelante una acción propagandística y electoral anunciando el regreso del público visitante en el fútbol local, con una evidente incapacidad de acción y la falta de planificación y de medidas de prevención”.
Esta acusación es por lo menos curiosa, ya que hace poco más de un mes, cuando encabezó la reunión del Consejo de Seguridad, se colgó la bandera del regreso de los visitantes al mostrarse de acuerdo con esta medida y destacar que “en el fútbol, volver a la normalidad es que las dos parcialidades puedan estar en la cancha. Nos parece bueno para el espectáculo, para el deporte y para la convivencia”.
Bullrich, incluso, se limitó a cuestionar solamente a Kicillof y a la provincia de Buenos Aires por el operativo, pero no dijo nada sobre el presidente del equipo de Avellaneda, Néstor Grindetti, con quien compartió espacio político en el PRO.
A través de un comunicado, la cartera de Seguridad nacional aclaró que “frente a la violencia desatada por la hinchada visitante y la inacción de las autoridades de la Provincia de Buenos Aires, se dispusieron acciones inmediatas e iniciaron actuaciones para sancionar a los responsables”.
La ministra se reunió ayer con su par del Interior del país trasandino, Álvaro Elizalde, que viajó a Buenos Aires especialmente para seguir de cerca la investigación de lo sucedido. Bullrich anunció que el Estado va a pedir ser querellante en la causa penal.
“Conmebol y FIFA determinan desde hace años los partidos con hinchadas visitantes. Desconoce la aplicación de cualquier tipo de reglamento. El concepto de hinchada visitante del que habla tiene que ver solo con los torneos locales”, manifestó el ministro de Seguridad de la Provincia en respuesta a Bullrich.
Alonso argumentó: “todos los protocolos que corresponden al Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires y a la APreViDe fueron controlados, supervisados y aprobados”. En el cierre de su respuesta dirigida hacia Bullrich, el funcionario bonaerense lanzó una fuerte chicana política: “Tantos años cerca de su amigo Mauricio Macri (autoridad de FIFA) la autorizan para consultarle sobre protocolos y medidas que evidentemente desconoce”.
Por otra parte, Alonso no se quedó atrás y salió al cruce con Espert, quien acusó de inoperante al entorno del gobernador. “Se actuó como se debe actuar. La responsabilidad de la Conmebol y del club es una, y la de la Policía de la Provincia de Buenos Aires es otra. Y, como siempre, hacemos todo con enorme profesionalismo”, dijo.
Más allá de la controversia política, el episodio volvió a poner sobre la mesa el delicado debate sobre cómo garantizar la seguridad en espectáculos masivos. El enfrentamiento entre la oposición y el oficialismo refleja, además, cómo el fútbol se convierte en terreno de disputa discursiva, donde la gestión de la seguridad se mezcla con el juego de la política.
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