Más personas capaces de atender los casos de muerte súbita
Edición Impresa | 23 de Agosto de 2025 | 00:29

El anuncio de que en la Argentina se producen 40.000 casos anuales de muerte súbita, que la mayoría de esos episodios ocurren en ámbitos extrahospitalarios –como hogares, lugares de trabajo, campos deportivos y otros espacios públicos- y que muchos de esos incidentes podrían ser superados, pone de relieve la importancia de los trabajos de reanimación que puedan realizar fuera de los centros de salud personas capacitadas en técnicas de reanimación. Se sabe que la práctica inmediata de la reanimación cardiopulmonar (RCP) aumenta dos o tres veces la posibilidad de revertir aquel cuadro clínico.
En medicina, se llama muerte súbita a la muerte repentina e inesperada de una persona aparentemente sana, causada generalmente por un paro cardíaco y para salvar la vida del paciente, es fundamental iniciar rápidamente maniobras de RCP y aplicar un desfibrilador automático externo (DEA).
Los esfuerzos en campañas para aprender maniobras de RCP resultan clave, ya que la muerte cerebral y clínica comienza a ocurrir entre los 4 y 6 minutos después de un paro cardíaco y por cada minuto de demora en iniciar las maniobras de RCP se pierde alrededor de un 10 por ciento de posibilidades de sobrevida y más allá de los 5 minutos, las probabilidades se reducen considerablemente.
Una médica cardióloga especialista en medicina del deporte advirtió que “frente a una situación de paro cardíaco, cada minuto cuenta. Llamar al 107, iniciar compresiones torácicas y, de ser posible, utilizar un DEA, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte”.
Se informó también que la ley 27.159 establece que los lugares públicos y privados de acceso público con concentración o circulación diaria superior a 1.000 personas deben contar con al menos un desfibrilador externo automático. También alcanza a los espacios donde se practica actividad física, como clubes y gimnasios, establecimientos carcelarios, cuarteles de bomberos y medios de transporte de larga distancia. Cabe señalar que debido a la alta prevalencia de muertes súbitas por fuera del ámbito hospitalario, la Fundación Cardiológica Argentina (FCA) impulsa desde hace años la existencia de un plan de acceso público al desfibrilador externo automático, que debería estar presentes con personal entrenado en todos los espacios con mucha concentración de gente.
Asimismo siempre se ha insistido en la conveniencia de que se divulguen en la población conocimientos básicos de tipo médico, los llamados primeros auxilios que son técnicas con las cuales podrían salvarse muchas vidas. Se trata de adiestrar a personas en las formas debidas para enfrentar y superar estas contingencias, tan frecuentes por otra parte, que se integren luego las redes de defensa civil tan necesarias en la vida social.
Una capacitación de más personas en estas técnicas contribuiría, sin duda, a reducir sustancialmente la posibilidad de que se presenten derivaciones trágicas y permitiría contar con trascendentes recursos de apoyo a quienes, víctimas de algún súbito malestar o de un accidente, se encuentren en esos momentos indefensos e imperiosamente necesitados de auxilio.
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