“Está bueno pensar a las relaciones como un contrato a renovar, con nuevas o viejas reglas”

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Patricio Gómez Di Leva es un psicólogo especializado en sexualidad y terapia de pareja que describe a la infidelidad como “la ruptura de un acuerdo, no importa cuál”.

“Cada pareja puede tener distintos tipos de acuerdo, porque a veces creemos que en las no convencionales, como las abiertas o las que practican el swingerismo, no hay límites ni reglas, cuando es todo lo contrario: requieren que los límites y acuerdos sean muy claros para evitar conflictos, mientras que en la pareja tradicional pareciera que los acuerdos vienen dados”.

Entiende Di Leva que las razones por las cuales las personas rompen esos acuerdos son muy variables, pero, en general “tienen que ver con dificultades para controlar los impulsos sexuales y el deseo sexual ocasional”.

“Deseo hacia otras personas siempre va a haber y es natural, el tema es qué hacemos con eso. Se supone que los acuerdos de pareja deberían estar por encima de los deseos ocasionales”.

El profesional hace una distinción entre las infidelidades “casuales o sin compromiso emocional”, de aquellas que implican vínculos más profundos, ya que se pone en juego una intimidad que excede lo sexual.

“Corre el riesgo de transformarse, o se transforma, en una relación paralela”, dice; por eso muchas parejas acuerdan “tener encuentros sexuales con otras personas, pero no repetirlos para evitar el enganche emocional”.

“Sentir más deseo o atracción por una persona que no es tu pareja es muy frecuente”, reconoce Di Leva, adjudicándolo al funcionamiento del deseo y a su activación “por la falta. Deseo lo que no tengo. Y a la pareja sentimos que la tenemos”.

“Nos da confianza, seguridad, estabilidad, y estas tres cosas no son amigas del deseo. El deseo es amigo de la pasión y la pasión es amiga de la falta, la incertidumbre y la novedad”. Sin embargo, advierte el profesional, esta seguridad tan necesaria para construir y proyectar infinidad de cosas buenas, “también es ficticia, porque nadie tiene asegurado el vínculo con una persona. Y tomar conciencia de eso nos ayuda a cuidarlo”.

Es por eso que sugiere que “los acuerdos sean claros y hablados para tomar decisiones conscientes”, en tiempos en los que conviven nuevos “modelos de pareja”.

“Lo importante es que cada uno pueda ser sincero consigo mismo y con su pareja para comprometerse a algo que pueda cumplir; y, cuando aparezcan las dificultades, también poder acordar qué hacer. Una relación no es una transacción de compra y venta; está bueno pensarla como un alquiler. Una suerte de contrato que hay que renovar cada determinada cantidad de tiempo, con las mismas cláusulas o con otras, porque todos cambiamos y tal vez no lo hacemos de manera sincronizada con nuestra pareja”.

Patricio Gómez Di Leva comparte información en @respuestasexual.

 

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