Lo primero que necesita Franco es cariño

Por ADRIAN D'AMELIO

adamelio@eldia.com

Franco Colapinto se encuentra inmerso en el caos que es la escudería Alpine, que ya le bajó el telón a la presente temporada de la Fórmula Uno, cuando todavía restan diez carreras del actual calendario para depositar todo su interés en el próximo año, donde la máxima categoría introducirá importantes cambios en el reglamento.

Al margen de la “mala praxis” de los mecánicos en el cambio de neumáticos y la precariedad manifiesta por los ingenieros, lo que necesita Franco en este momento es cariño, afecto de su vínculo más cercano, ya que Alpine no se lo puede brindar. En la escudería francesa no se encuentra cómodo, a pesar que la coraza en que está envuelto trata de disimular toda esa bronca que mastica con el paso de las carreras.

Colapinto cumplió 22 años, el pasado 27 de mayo. Es un hombre joven, que en sus inicios en la actividad motriz tuvo que superar muchas limitaciones y privaciones, ya que como otros pilotos de la actualidad no nació en una cuna de oro. Por eso en esta picadora de carne que es la Fórmula Uno necesita debida comprensión, al margen cariño que le brindan los aficionados argentinos, ya sea aquellos que lo hacen en los circuitos o de manera virtual a través de las redes sociales: mientras que los de que hablan de un supuesto “boicot” le están haciendo daño al propio Franco.

En su aparición en Williams, durante el año pasado, Colapinto tenía la contención como de un “padre” de parte del jefe de ese equipo, James Vowles. Estaba a su lado, lo aconsejaba dentro y fuera de la pista; mientras que los ingenieros y mecánicos de la escudería británica tenían otro vínculo con Franco. Se sentía bien acogido.

En Alpine es todo muy distinto. Mucho más frío. A pesar que Flavio Briatore se la jugó al pagar la cláusula de 20 millones de dólares para que ocupe una butaca, no es lo mismo, el magnate italiano tiene su forma de ser más alejado de sus pilotos.

Colapinto debe cerrar la temporada de Fórmula Uno lo mejor posible y con una muestra de afecto de todos los argentinos para que vuelva a ser ese “nene” del año pasado lleno de frescura y que disfrute arriba del auto.