Contra el Alzheimer: destacan dos trabajos argentinos
Edición Impresa | 9 de Agosto de 2025 | 02:31

La Alzheimer´s Association, una fundación sin fines de lucro de Estados Unidos que subsidia investigaciones sobre enfermedades neurodegenerativas, otorgó un financiamiento para dos proyectos de científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en el Centro de Investigaciones en Química Biológica de Córdoba (CIQUIBIC, CONICET-UNC) que buscan posibles tratamientos contra el Alzheimer.
La enfermedad de Alzheimer es un tipo de demencia que afecta a más de 30 millones de personas en el mundo y causa problemas con la memoria, el pensamiento y el comportamiento de manera progresiva. Esta enfermedad aún no tiene cura.
“Todavía hay mucho por entender y descubrirse en torno a la enfermedad de Alzheimer”, asegura Anahí Bignante, una de las científicas del CIQUIBIC que obtuvo el financiamiento. Según explica, hasta el momento, se sabe que lo que provoca la muerte de las neuronas y el mal funcionamiento de las células del cerebro en general es la acumulación aberrante de una proteína pequeña llamada beta amiloide –conocida como Aβ- que activa la “fosforilación” y la acumulación anómala de otra proteína llamada tau. Estas dos proteínas anormalmente plegadas son las marcas patológicas que caracterizan a la enfermedad de Alzheimer. El problema que aún no logra resolver la comunidad científica es por qué la proteína Aβ empieza a agregarse -deja de estar como una molécula única-, y se reúne formando agregados, estructuras más grandes, con un plegamiento anormal en el cerebro.
En este sentido, el grupo de Bignante describió hace algunos años, por primera vez, cuál es la vía de señalización, es decir, las reacciones químicas que se desencadenan dentro de las células activadas por el Aβ agregado, que se llaman “cascadas de señalización”, y causa efectos tóxicos en el cerebro. “Una vez que descubrimos esa vía, ahora estamos indagando cuáles serían las moléculas claves de esa cascada que generan los efectos tóxicos en las neuronas, para intentar bloquearlas. Estamos probando una droga que se llama galeína, para justamente inhibir esa cascada.”
Por su parte, el proyecto de Lucas J. Sosa, científico del CONICET del CIQUIBIC que también obtuvo financiamiento de la Alzheimer´s Association, se trata de estudiar las causas de la neurodegeneración precoz que sufren las personas con síndrome de Down: cómo actúa la proteína abeta y tau, que son los elementos clásicos descriptos en Alzheimer, en esos casos puntuales. Una investigación necesaria, teniendo en cuenta que las personas con síndrome de Down casi inevitablemente desarrollan la enfermedad de Alzhemier de manera precoz.
Sosa aspira a “conocer algunos de los mecanismos que dan lugar a la neurodegeneración precoz en el síndrome de Down, para intentar asociar la mayor expresión de la proteína APP presente en el síndrome de Down con un incremento e expansión de tau fosforilado, lo cual afectaría de manera precoz a las neuronas.
Conocer esta potencial nueva vía también sería de utilidad para explicar el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer y estrategias terapéuticas y futuros medicamentos para mejorar la calidad de vida de las personas que sufren esta difícil enfermedad, la cual deshilacha el tejido de la memoria”, concluyó el científico.
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