Ninguno de los 117 médicos pudo revalidar la nota del examen inicial
Edición Impresa | 9 de Agosto de 2025 | 02:08

A raíz del escándalo por el supuesto fraude, ninguno de los 117 aspirantes que se presentaron el jueves pasado para revalidar sus notas en el examen de residencias médicas logró igualar el resultado obtenido en la prueba del 1º de julio, en la que se encontraron “inconsistencias”. En esta instancia, la mejor calificación fue 76 puntos y la peor 28.
El anuncio fue comunicado por el vocero presidencial, Manuel Adorni, en la conferencia de prensa habitual. “En la mayoría de los casos la diferencia entre la nota original y la del segundo examen es absolutamente escandalosa”, afirmó.
A su vez, consideró que la nueva evaluación “no hace más que confirmar lo que defendimos desde el primer día: en la salud, el mérito y la idoneidad no se negocian”.
Al brindar detalles sobre los resultados, el funcionario dijo que eran 141 los aspirantes que debían revalidar la nota, pero solo se presentaron 117. Todos estuvieron por debajo de la nota cuestionada. De ese total, 109 son extranjeros.
Según fuentes del operativo, uno de los estudiantes que en el primer examen obtuvo 96 puntos, en la nueva instancia alcanzó 63 puntos.
A su vez, las seis personas que habían obtenido 95 puntos ahora lograron puntuaciones que van de 30 y 65. Por su parte, los diez que habían conseguido 94 puntos obtuvieron entre 39 y 67. Mientras, la calificación más baja fue de 28 puntos.
La decisión de realizar un segundo examen surgió tras detectarse resultados anómalos y sospechas de fraude en la primera instancia.
El Ministerio de Salud denunció penalmente a un médico ecuatoriano tras la viralización de un video que lo mostraba grabando el examen con lentes con una cámara oculta. Se sospecha que enviaba las imágenes al exterior para recibir las respuestas a través de un auricular.
Las autoridades confirmaron la existencia de grupos pagos en Telegram y WhatsApp donde se vendían las resoluciones y respuestas de la prueba.
El nuevo examen se realizó con un fuerte operativo de seguridad, prohibiendo el ingreso de cualquier dispositivo electrónico.
En el hall del edificio se realizó un primer control de asistencia mediante el DNI. Luego, los aspirantes subieron al segundo piso, donde se llevó a cabo el examen. Antes de ingresar al aula, hubo una segunda revisión que incluyó detectores manuales y la retención de celulares y otros dispositivos electrónicos. Los participantes se sentaron con una distancia de un metro entre sí y, pasado el horario de las 9:25, no se permitió el ingreso de más personas.
Con respecto a los exámenes, los aspirantes llegaron media hora antes del inicio y, aunque fueron divididos en cuatro temas, la modalidad fue idéntica a la de la primera instancia: un cuestionario de opción múltiple con 100 preguntas.
También se estableció como condición que la nota original se mantendría únicamente si el nuevo resultado no mostraba una variación superior al 10 por ciento, garantizando así que las diferencias en la revalidación fueran mínimas para preservar la validez de la calificación inicial.
Uno de los postulantes ecuatorianos que rindió por segunda vez admitió a la salida que “el examen fue más difícil” y que creía que iba a sacar “menos nota que en el anterior”, un pronóstico que finalmente se cumplió para todos los participantes que se presentaron.
Tras la sospecha de fraude
La sospecha surgió luego de que en el Examen Único de Residencias rendido el 1º de julio se registraron calificaciones promedio superiores a las de años anteriores. Las notas más altas oscilaron entre 96 y 86 puntos.
De este modo, un comité conformado por tres funcionarios del Ministerio de Salud decidió que los aspirantes que obtuvieron dichas notas debían rendir nuevamente el examen.
En la segunda evaluación la mejor calificación fue de 76 puntos y la más baja de 28
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