A 26 años de la tragedia aérea de LAPA: “diez segundos lo cambiaron todo”
Edición Impresa | 1 de Septiembre de 2025 | 02:40

El 31 de agosto de 1999, 65 personas murieron y más de 30 resultaron heridas en el accidente aéreo de Líneas Aéreas Privadas Argentinas(LAPA) cuando un avión con destino a Córdoba quiso despegar de Aeroparque pero siguió de largo y se estrelló contra Punta Carrasco. A 26 años de aquella tragedia, uno de los sobrevivientes rememoró el horror.
Ese martes, el vuelo 3142 intentó despegar pero no levantó vuelo y atravesó la Avenida Costanera Rafael Obligado. Arrastró a un auto que circulaba y terminó impactando contra máquinas viales, un terraplén y una planta reguladora de gas. En el hecho murieron pasajeros, tripulantes y pilotos. Entre quienes lograron sobrevivir, muchos quedaron con graves secuelas.
Entre ellos estuvo el ingeniero Benjamín Buteler, a quien debieron amputarle ambas piernas y uno de cuyos brazos quedó inmovilizado. Estuvo internado más de un año entre Buenos Aires y Córdoba, con sucesivas operaciones y un proceso de recuperación que continúa aun hoy.
“Diez segundos alcanzaron para cambiarlo todo”, dice Buteler, padre de cinco hijos y ya con varios nietos, para quien el accidente marcó un antes y un después.
“Fue un proceso muy duro, como cruzar el desierto -cuenta al hablar de su recuperación física y emocional-. Pero aprendí que lo primero es amar la vida, porque después de una experiencia así uno comprende que todo puede cambiar en un instante”.
“Yo digo que sobreviví a un accidente aéreo y que esa historia tiene cierta espectacularidad. Pero en realidad es un hecho que te muestra lo frágil que puede ser la vida, cuando uno todavía piensa que es larguísima y eterna”, reflexiona.
Tras ser salvado por un rescatista, a quien recuerda con gratitud, Buteler estuvo un mes en terapia intensiva en el Hospital Alemán, luego en sala común y finalmente otros cinco meses internado en Córdoba.
“La primera pierna me la amputaron en Buenos Aires, la segunda en Córdoba, y hace tres años tuve una tercera amputación”, detalla con dolor y resilencia frente a la imposibilidad de seguir realizando actividades que lo apasionaban, como la pesca de truchas.
“No puedo vivir diciendo que no puedo. Hay que explorar lo que uno nunca hizo, y depende de cómo te posiciones ante la situación”.
Gracias a haber seguido adelante -cuenta- pudo acompañar los momentos más importantes de su familia. “A pesar de tanto dolor, la vida te recompensa. Pude disfrutar de mis nietos y en pocas semanas voy a llevar a una de mis hijas hasta el altar”, menciona con emoción.
LA INVESTIGACIÓN Y EL JUICIO
La Junta Investigadora determinó que la causa inmediata del siniestro fue que “la tripulación del LAPA 3142 olvidó extender los flaps para iniciar el despegue y desestimó la alarma sonora que avisaba sobre la falta de configuración”.
El expediente fue elevado a juicio en 2005.Los acusados fueron nueve: seis directivos de la empresa por estrago culposo y tres integrantes de la Fuerza Aérea por incumplimiento de deberes de funcionario público. Entre ellos estaba el dueño de la compañía.
La sentencia se conoció en 2010. El Tribunal Oral número 4 absolvió a la mayoría, entre ellos al dueño de LAPA. Los únicos condenados fueron Valerio Francisco Diehl, exgerente de operaciones, y Gabriel María Borsani, exjefe de la línea 737, por estrago culposo agravado.
En 2014, la Corte Suprema dictaminó la prescripción de la causa y las condenas quedaron anuladas.
Aunque Buteler siguió de cerca aquel proceso, asegura que su prioridad fue reconstruir su vida. “La Justicia es clave para que el país mejore, pero en este caso no se demostró -afirma hoy-.Acá se hizo todo mal”.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE