Menos nacimientos que muertes: un fenómeno que preocupa en La Plata

Un reflejo de lo que sucede en la Provincia: la capital bonaerense pasó a tener un “crecimiento natural negativo”. La cantidad de fallecimientos en la Región supera a los partos

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Los especialistas de casi todas las disciplinas que estudian la salud, y al ser humano de modo integral o particular, se empeñan en explicar por qué cae la natalidad. “Cada vez menos personas forman una familia”, “los jóvenes no tendrían cómo mantener a sus hijos por la crisis”, “se prioriza el proyecto personal”, y muchas más son las frases que circulan para intentar fundamentar esta problemática. Es así que, a la vez que baja la cantidad de partos en la Región, la mortalidad en La Plata evolucionó de forma estable, lo que genera una alarma demográfica.

Según datos oficiales de la Provincia de Buenos Aires, desde el año 2020 hasta 2025 los nacimientos cayeron un 38% mientras que las defunciones tuvieron poco movimiento estadístico. Desprendido de ello, surgen algunas proyecciones que advierten sobre una tendencia preocupante. De no mediar cambios en el saldo entre alumbramientos y fallecimientos, la capital bonaerense enfrentará un envejecimiento acelerado de su población que afectará a diferentes instituciones de ámbitos como la educación y el sistema previsional, entre otras.

El cambio demográfico que atraviesa La Plata refleja un proceso que ya se observa en toda la Provincia de Buenos Aires. En apenas un lustro, lo que se conoce en la jerga estadística demográfica como el crecimiento o saldo natural —la diferencia entre nacimientos y defunciones— pasó de ser positivo a negativo, lo que marca un punto de inflexión en la dinámica poblacional de la Región.

Los datos

En 2020 se habían registrado 10.839 nacimientos y 7.934 muertes en la Ciudad, de manera tal que la cuenta arrojaba un cálculo favorable de casi 3.000 personas. Cinco años después, los nacimientos se redujeron a 6.750, al mismo tiempo que las muertes se mantuvieron en un número estable en torno a 7.136. De este modo se evidenció, por primera vez en la serie que se estudia, que el saldo natural cayó a cifras negativas: –386 personas.

En otros guarismos, el análisis muestra que la razón entre nacimientos y defunciones (que representa la tasa de crecimiento natural que mide la evolución poblacional por causas biológicas) se redujo de 1,37 en 2020 a 0,95 en 2025. Es decir que ya mueren más platenses de los que nacen.

El fenómeno no es exclusivo de la capital bonaerense. En toda la Provincia, los nacimientos cayeron de 186.572 en 2020 a 110.500 en 2025, lo que implica una reducción cercana al 40%. Las defunciones, en cambio, se mantuvieron relativamente estables al oscilar entre 134.000 y 167.000 por año. Así, el saldo natural bonaerense también ingresó en terreno negativo, con una relación que pasó de 1,29 nacimientos por cada muerte en 2020 a apenas 0,88 en 2025.

Los especialistas advierten que esta caída no es coyuntural ni puede explicarse solo por la pandemia de COVID-19, que en 2021 generó un exceso de mortalidad. Una vez superado ese pico, la mortalidad volvió a niveles habituales, pero la natalidad continuó en descenso. Entre las causas se mencionan cambios culturales que llevan a muchas parejas a tener menos hijos o postergar la maternidad, la crisis económica prolongada y el mayor acceso a métodos anticonceptivos, entre otras causas.

Algunas proyecciones

Para La Plata, se prevén tres escenarios posibles hacia 2035. En una proyección lineal, los nacimientos seguirían en caída hasta rondar los 4.500 anuales, mientras que las defunciones se ubicarían entre 6.500 y 7.000, de modo que se generaría un déficit cada vez mayor.

Un escenario “suavizado” plantea un descenso moderado, pero igualmente negativo, con saldos de entre –800 y –1.200 por año. Aun en el escenario de piso, con la situación estabilizada en los niveles de 2025, el déficit se mantendría en torno a –400.

En la Provincia, las proyecciones hasta 2046 muestran dos posibles trayectorias. En el caso más gradual, los nacimientos caerían a unos 90.000 en 2035 y a 75.000 en 2046, contra unas 140.000 muertes, lo que significaría un déficit anual cercano a –65.000 personas. Ahora bien, en un escenario acelerado, los nacimientos podrían perforar los 70.000, mientras las defunciones crecerían levemente hasta 150.000, lo que consolidaría una relación de casi dos muertes por cada nacimiento.

Con todo lo expuesto, la caída de la natalidad y el aumento de la longevidad en La Plata y en la Provincia de Buenos Aires ya impactan en el sistema jubilatorio. De hecho, ya hay algunos expertos que plantean medidas para cambiar la tendencia (ver columna en pág. 14).

 

 

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