¿Tu hijo juega en Roblox? Casos de acoso infantil encienden las alarmas

Ocurrieron en Río Negro y Santa Fe. En EE UU hay una demanda por un suicidio. Especialistas advierten que no basta con decirle a los chicos que no hablen con extraños y recomiendan no dejarlos jugar sin supervisión

Edición Impresa

La plataforma de videojuegos Roblox ha vuelto a quedar en el centro de la polémica tras conocerse dos nuevos episodios de grooming en distintas provincias argentinas. Uno de ellos ocurrió en Cipolletti, Río Negro, donde un hombre fue detenido tras de acosar a un niño de 9 años con fines sexuales. El otro, en la localidad santafesina de Barrancas, donde varias niñas fueron contactadas a través del juego y luego incorporadas a un grupo de WhatsApp en el que circulaba material de abuso sexual infantil.

Pero en Estados Unidos hubo un hecho más grave: una familia demandó a Roblo por la muerte de su hijo adolescente, quien se suicidó después de entrar en contacto con un depredador sexual.

Estos casos exponen con crudeza cómo los entornos digitales, pensados como espacios de recreación, pueden convertirse en escenarios de riesgo si no cuentan con acompañamiento y supervisión de mayores.

El caso de Río Negro ocurrió a mediados de agosto cuando una familia de Berazategui (Buenos Aires), denunció que hijo de 9 años había entablado contacto con un usuario de Roblox que le ofrecía monedas virtuales a cambio de imágenes sexuales. Tras la intervención de la Unidad Fiscal N° 8 de la ciudad cercana a La Plata y la División de Investigaciones Tecnológicas de la Policía se logró identificar al sospechoso y allanar su domicilio en Cipolletti, donde se secuestraron dispositivos electrónicos que confirmaron la presencia de material denunciado. El hombre fue detenido y quedó imputado por el delito de grooming, que en Argentina se encuentra penado por el Código Penal.

En Santa Fe, la alarma surgió cuando familias de Barrancas denunciaron que sus hijas de entre 10 y 12 años habían sido captadasa través de Roblox e incorporadas a un grupo de WhatsApp donde circulaban videos y fotografías explícitas de índole sexual.

La dinámica del grupo, denominado “Septiembre para chicas”, incluía pautas inquietantes, como “no llorar” y “sólo chicas, 0 hombres”, lo que reforzaba la idea de un espacio cerrado y clandestino. Padres de localidades vecinas como Arocena, Monje, San Fabián e Irigoyen también identificaron a sus hijas en la red de contactos. La denuncia fue radicada en la comisaría local y el caso sigue en investigación.

UNA PLATAFORMA MASIVA

La cercanía entre ambos hechos reavivó en el país la discusión sobre los riesgos asociados al grooming digital, en especial en plataformas masivas como Roblox, que reúne a más de 100 millones de usuarios mensuales, en su mayoría niños de entre 8 y 12 años.

“Episodios como éstos son la punta del iceberg de un problema que lleva años creciendo”, señala Lucía Fainboim, especialista en crianza digital. “Hoy, chicos y chicas desde primer grado están expuestos en entornos digitales para los que no están listos y, muchas veces, los adultos llegamos tarde con los resguardos necesarios”, asegura.

Frente a este riesgo, Fainboim sostiene que la prevención debe comenzar mucho antes de la entrega del primer celular o del acceso a redes sociales. “No alcanza con confiar en la palabra del niño ni con decir ‘no converses con extraños’. Ellos no tienen claro quién es un desconocido: piensan que si alguien se presenta como amigo de un amigo ya es seguro”, explica.

Para peor, muchos padres aumentan los riesgos sin darse cuenta al colocar edades falsas en los perfiles de sus hijos para habilitar más funciones. “Si en Roblox se coloca la edad real y es menor de 13 años, la mensajería privada queda bloqueada. Pero si los padres mienten, abren la puerta al contacto directo con desconocidos”.

“INVOLUCRAMIENTO Y ATENCIÓN”

Además de los riesgos dentro de la propia plataforma de juego, muchos acosadores trasladan las conversaciones a otros entornos, como WhatsApp o Discord, donde el control es menor y la exposición de los niños mayor. Ese fue precisamente el mecanismo detectado en Santa Fe. Cualquiera sea el caso, “el grooming es un delito penal y no se resuelve bloqueando al acosador o borrando pruebas. Lo correcto es acudir a la fiscalía especializada y entregar el dispositivo tal como está, para preservar la evidencia”, recomienda Fainboim.

Respecto al momento adecuado para entregarle a un niño su propio teléfono celular, la experta sugiere retrasar la decisión todo lo posible y hacerlo recién cuando alcanzan ciertos niveles de autonomía real, como viajar solo o quedarse en casa sin supervisión.

Mientras tanto aconseja el uso de dispositivos básicos, acuerdos familiares claros y herramientas de control parental como Google Family Link, que permiten limitar tiempos y supervisar descargas.

Y es que, como resalta la especialista, el problema no pasa por la tecnología en sí, sino por el uso que se hace de ella y la falta de acompañamiento adulto. “También un club puede ser peligroso si no hay adultos atentos; y lo mismo ocurre en internet -afirma-. No se trata de demonizar las plataformas, sino de acompañar desde el inicio y entender que, aunque parezcan juegos inocentes, pueden ser la puerta de entrada a delitos muy graves”.

Como sea, la reiteración de casos en Argentina muestra que el grooming en plataformas de juego dejó de ser un fenómeno aislado para transformarse en un espacio que exige a los padres mayor involucramiento y atención.

roblox acoso infantil

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE