La amenaza de Trump a las cadenas que lo critican
Edición Impresa | 20 de Septiembre de 2025 | 03:10

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a tensionar su relación con los medios. Esta vez sugirió que se debería considerar la retirada de licencias a algunas cadenas de televisión, luego de que ABC decidiera suspender a Jimmy Kimmel, uno de los presentadores nocturnos más populares, por sus comentarios tras el asesinato del influencer conservador Charlie Kirk en Utah.
La medida contra Kimmel generó alarma en el ámbito mediático, donde se interpreta como un nuevo intento de la administración republicana por limitar la libertad de expresión de voces críticas. Stephen Colbert, desde CBS, advirtió: “Esto es censura flagrante. Con un autócrata, no se puede ceder ni un ápice”.
“Leí en algún lugar que el 97% de la cobertura mediática fue en mi contra y, aun así, gané las elecciones fácilmente”, señaló Trump. “Lo único que recibo es mala prensa. Y estas cadenas tienen una licencia… quizás habría que retirársela”.
El origen de la controversia estuvo en el monólogo del lunes de Kimmel, de 57 años, quien acusó a la “banda Maga” —los seguidores de Trump identificados con el lema Make America Great Again— de intentar desligarse del autor del crimen. También ridiculizó la reacción presidencial a la muerte de Kirk, a quien comparó con “un niño de cuatro años llorando por un pez dorado”.
Pese a sus dichos, el conductor había condenado el asesinato y enviado condolencias a la familia del dirigente conservador de 31 años inmediatamente después del tiroteo.
Desde el regulador de medios, la Federal Communications Commission (FCC), su presidente Brendan Carr reforzó la ofensiva oficial. Tildó la actitud de Kimmel como “la conducta más enfermiza posible” y advirtió que cadenas como ABC —propiedad de Disney— “podrían encontrar formas de cambiar su conducta y tomar medidas, o habrá trabajo adicional para la FCC”. En declaraciones a Fox, Carr fue más allá: “Si las cadenas no aceptan la solución, siempre pueden entregar su licencia”.
El episodio se enmarca en la ofensiva más amplia de Trump contra la industria de los medios. En los últimos años recurrió a demandas, amenazas y presiones regulatorias que derivaron en acuerdos millonarios, costosos litigios para las compañías y cambios en la programación de contenidos que consideraba adversos.
La suspensión de Kimmel parece haber envalentonado al presidente, que ahora intensifica su campaña de censura y represalias. “Las cadenas de TV lo único que hacen es atacar a Trump”, insistió durante el viaje presidencial. “¡Tienen licencia! No se les permite hacer eso. Son un brazo del Partido Demócrata”.
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