Horas cruciales ante un posible encuentro de Krause y sus hijos

Este fin de semana debería concretarse el contacto presencial, pero hay mucha incertidumbre por la actitud renuente de la madre

Edición Impresa

Herman Krause es un cúmulo de emociones encontradas. Por un lado siente emoción, como hacía tiempo no le pasaba, ante el esperado reencuentro con sus hijos Paco y Mateus, que le fueron arrancados de su vida de la manera más brutal que se pueda imaginar. Con una infamia, según determinó la Justicia en nuestra ciudad. Pero también sabe que se encuentra en otro país y que no transitará por “un camino de rosas”. Más bien, sabe que será un recorrido espinoso y con vaivenes.

Precisamente, ante el fracaso de los dos primeros contactos virtuales aprobado por un juez federal de San Pablo, en Brasil, por la renuente actitud de su expareja -y madre de los menores-, que incumplió con la orden de conectarse a un link, ahora todo quedará supeditado a lo que suceda el próximo fin de semana.

Tal como lo adelantó este diario en una edición anterior, Juliana Magalhaes de Lima debe llevar a los nenes a un shopping, donde estará esperándolos Krause.

La franja horaria autorizada es entre las 10 y las 18, aunque el vecino de nuestra ciudad no estará solo. Lo acompañará una asistente social del propio juzgado y una psicóloga que él se encargó de contratar para que lo ayude en una tarea que no luce sencilla.

Es que nadie puede descartar que, ante el tiempo transcurrido y el relato ficcionado de la mujer, los nenes puedan tener una imagen distinta de su padre.

Se sabe que las acusaciones pegaron en la línea de flotación, como le pasaría a cualquier en esa circunstancia.

De la noche a la mañana, imponerse de tamaña denuncia, no es fácil de asimilar. Pero Krause, pese a todo, se mantuvo de pie, apoyado en su familia y amigos, y llegó a esta nueva instancia, donde ve una luz al final de tanta oscuridad.

Claro que tendrá mucho que ver lo que finalmente haga Magalhaes de Lima, quien hasta ahora mostró una actitud hostil, renuente y desafiante, pese a que sabe que esa conducta no es gratuita.

Si bien, de acuerdo a voceros del caso, presentó uno y mil recursos en el expediente, tratando de revertir lo dispuesto por el juez Castrianni De Mello, la suerte jurídica le fue esquiva. Y hasta en la resolución del plan de revinculación se hizo mención a lo que no pudo probar en la Argentina.

Por eso el magistrado fundó en que no existe impedimento alguno para que Krause pueda ver a sus hijos.

Claro que está el fondo del asunto aún sin resolver, porque se sabe que la madre de los chicos los pasó por la frontera de manera ilegal. Sin el consentimiento del padre.

¿Habrá un decisorio sobre esa cuestión? Probablemente en un futuro, aunque no es ahora el tiempo de analizar esa situación, sino que toda la energía aparece volcada a lo más inmediato: el ansiado reencuentro después de dos años de distancia forzada.

En contacto con este medio, Krause no descartó que este fin de semana las noticias no sean las esperadas, aunque sabe que tiene la Justicia de su lado y que es un hecho que el juez Castrianni De Mello puede tomar otro tipo de decisión más drástica.

No es lo recomendable, sobre todo en medio de este contexto tan particular, aunque la intervención policial está a la vuelta de la esquina.

La relación con Juliana Magalhaes de Lima, la mamá de los menores, estaba terminada en 2022 cuando decidieron separarse. Lo que nunca imaginó Krause es que iba a urdir un plan maquiavélico en su contra, que lo terminó separando de los chicos.

En mayo de 2023, la mujer primero lo denunció por violencia familiar en el juzgado de Familia N° 6 de La Plata, a cargo de la jueza María del Rosario Rocca. Al tiempo, la magistrada desestimó la acusación por falta de pruebas e impuso un régimen de comunicación alternado donde se turnarían para estar con los menores.

Meses más tarde, Magalhaes cruzó un límite: realizó una nueva denuncia, esta vez penal, por “abuso sexual” hacia ella y sus hijos.

Esto derivó en que se le prohibiera a Krause mantener comunicación con sus hijos. Pero desde ese momento ya no pudo verlos a pesar de que un año después la acusación también fue revocada por falta de pruebas. Fue ahí cuando la expareja subrepticiamente sacó a los nenes del colegio en City Bell y los llevó a Brasil a espalda de todos.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE