“Delito sin receta”: se llevaron 4.700 pastillas de clonazepam en La Plata
Edición Impresa | 7 de Septiembre de 2025 | 03:19

Un asalto a mano armada sacudió la tranquilidad de una farmacia ubicada en calle 7 casi esquina 529. Eran las 18:30 cuando un hombre ingresó con un objetivo claro: llevarse todas las dosis de una droga en específico. Primero, apuntó con un arma de fuego al empleado que se encontraba detrás del mostrador y luego lo obligó a dirigirse a la cocina.
“Dame la plata, dame toda la plata”, exigió con firmeza mientras lo empujaba hacia la parte trasera del local. Allí lo dejó junto a una clienta, bajo amenaza, sin posibilidad de moverse ni de pedir ayuda. Pocos segundos después entró un segundo cómplice. Entre ambos mantuvieron el control de la situación. Mientras el primero iba y volvía cada tanto desde la cocina al área de atención para vigilar lo que sucedía, el otro vigilaba atento. En ese lapso ordenaron a las víctimas que entregaran sus teléfonos celulares. El trabajador levantó la vista y notó que el suyo ya no estaba sobre el mostrador.
La tensión en ese momento fue máxima. Según la descripción que una de las víctimas hizo a la policía sobre la situación que aconteció en ese local, los sujetos estaban tan “pasados de rosca” que nadie sabía si un gesto inesperado podía provocar una reacción violenta. El golpe duró apenas cinco minutos, pero para las víctimas fue un tiempo interminable. Los delincuentes finalmente escaparon sin disparar, aunque dejaron atrás un clima de miedo y desconcierto.
Al salir de la cocina, el personal entendió el verdadero motivo por el que habían ingresado. Los celulares y los pocos billetes que había en la caja solo habían sido una pantalla para quedarse con lo que en realidad les importaba: un total de 4.700 pastillas de clonazepam de las más altas dosis.
El clonazepam es un medicamento para tratar trastornos de ansiedad, ataques de pánico y ciertos tipos de convulsiones. Actúa como depresor del sistema nervioso central, generando un efecto calmante y sedante. Por estas características, su venta está estrictamente regulada y solo puede realizarse bajo receta médica, aunque en el mercado ilegal suele ser objeto de tráfico por su alto poder de dependencia y abuso.
La magnitud del faltante dejó en claro la dimensión del robo. No se trataba de un hurto menor: los ladrones habían ido directamente por un cargamento de psicofármacos de alto valor en el mercado paralelo.
El personal notó que el resto de los productos no había sido tocado, lo que refuerza la idea de un objetivo específico y previamente estudiado.
Tampoco hubo daños en el local, lo que indica que los delincuentes actuaron con rapidez y sin necesidad de forzar accesos.
La descripción física de uno de los atacantes podría resultar clave en las próximas horas para intentar resolver este enigmático caso. Según pudo saber este diario, la causa avanza bajo la carátula de robo calificado por el uso de arma de fuego, con la hipótesis firme de un golpe planificado contra la farmacia.
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