Fernando Lúpiz con energía para rato

Este, sin duda, viene siendo un verano atípico para Fernando Lúpiz. Cargado de emociones, de alegrías y tristezas, pero, decididamente diferente. En lo laboral se jugó el todo por el todo y se animó a producir, por primera vez, la pieza que protagoniza, "El Zorro", por estos días en el Teatro Tronador marplatense.
Allí apostó, de su propio bolsillo, 150.000 dólares, y junto a su socio, Alejandro Farrell, quien invirtió una suma similar, logró desplegar una puesta con 18 actores en escena. En lo personal, se separó a Adriana De Luce, su pareja por más de ocho años, aunque las cartas aún no están echadas, los actores ya no conviven, decidieron darse un tiempo antes de poner punto final.

"Es cierto, no estamos más juntos momentáneamente. Hemos decidido darnos nuestro espacio y el tiempo necesario para recomponer todo esto", confesó Lúpiz.
"Es bueno tomar un poco de distancia, nosotros nos seguimos comunicando siempre y charlamos mucho. El amor y el cariño no se fue para nada", contó con nostalgia.
EL ZORRO

El consuelo para Lúpiz existe, en algún sentido, sobre las tablas del teatro Tronador junto a Paula Siero, Daniel Miglioranza, Marcelo Olivero, entre otros tantos. Claro que tampoco ahí las cosas son fáciles: mucha inversión, buen sueldo para cada integrante del elenco y pocos espectadores, o por lo menos no todos los deseados. Fernando se muestra satisfecho, pero consciente de que con el musical, que ya lleva más de 100 representaciones, hay que "lucharla" día a día. "Estoy contento porque es un mirar para atrás y ver todo lo que me costó en un principio poder lograrlo, hasta que un día, Alejandro Romay me dijo 'yo te voy a producir El Zorro'. Ese fue el regalo más grande de mi carrera, fue el más significativo porque para mí es un honor poder hacer este 'Zorro' en homenaje a Guy Williams. Es recordarlo, él está presente. Guy está presente con nosotros, así que estoy feliz".
¿Qué cosas tomaste de Guy Williams, tu amigo y maestro de vida, para componer el personaje?
"Fue un maestro de vida, Guy. Pero más que un maestro yo puedo decir que fue como un padre para mí. Fue como un segundo padre, porque tuvimos una relación de padre e hijo y amigo".
"Padre e hijo porque podía haber sido su hijo y yo sé por gente que vino de Estados Unidos que me ha comentado el cariño que él me tenía y que siempre me tenía presente. Yo lo notaba porque teníamos charlas muy profundas en 16 años que estuvimos prácticamente siempre juntos. Yo lo quiero casi como un padre. Y por eso este espectáculo nació como un homenaje a él. Nació como un homenaje a Guy Williams a 10 años de su desaparición. Lo logramos a los 11 años, por eso Guy está presente en todo momento... ¿Qué cosas tomé de él? Uno a veces se mimetiza y se contagia con la gente cuando convive mucho tiempo, y sobre todo, siendo un ídolo como fue Guy. Muchas cosas se me fueron pegando, gestitos y expresiones. Sobre todo el look del bigote, yo sé que era hasta como él se lo cortaba porque yo muchas veces veía c'omo se lo cortaba".
"Tengo muchas cosas de él. Cuando me visto de Diego De La Vega tengo mohines y gestos que me salen porque sabía que él también los hacía. Desde lo profesional, uno busca que la gente vea al Zorro, no es copiarlo a Guy. Yo me siento, sin ser petulante, el heredero del Zorro, él me nombró hijo de 'El Zorro'".

"Me quiero dedicar a hacer espectáculos para la familia", sostuvo, y decidido, de ahora en más, a "jugarse" en producir otros espectáculos teatrales. "Primero gracias a Romay que me dio el gran empujón y después gracias a Alejandro Farrell, que es mi socio, vinimos a hacer esta locura que es traer este espectáculo con 18 actores y con toda la escenografía, es algo fuerte", dijo Lúpiz.
"¿El balance económico? El balance económico puede llegar a ser negativo, pero es positivo en cuanto a lo que significa haber producido un 'Zorro' en Mar del Plata apoyando a la cultura, colaborando con el teatro. Es la primera vez que produzco teatro, hice otras cosas en otros rubros, y con una propuesta grandísima y con una buena retribución económica para todos los que componen la obra y fue una gran jugada", explicó el actor.
"Sabíamos con mi socio que podíamos empatar. Nunca pensamos en ganar económicamente. En la jugada, los que arriesgan pueden también perder. Son 20 años de carrera, si yo no me doy este gusto y lujo ahora, ¿cuándo me lo voy a dar? Si bien tengo 47 años me siento como uno de 25. Tengo "Zorro" para rato, tengo cuerpo, tengo cuerda y energía como para poder seguir".

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