Mardel de noche, un mundo para todos después del mar

Las peatonales, Alem y Güemes, los sitios nocturnos que convocan a todas las edades.

Mar del Plata (Enviado especial, Alejandro Apraiz).- Después de cenar, quienes buscan alargar la noche en busca de diversión, ruido, luces o simplemente distracción, eligen principalmente cuatro puntos de Mar del Plata, de acuerdo con el tipo de programa que quieran realizar, el dinero que tengan para gastar y las atracciones que anhelen conseguir.
La Peatonal San Martín (junto con su paralela Rivadavia), y las calles Alem y Güemes, congregan a miles de personas noche a noche. Pero también han cobrado protagonismo un grupo de pubs instalados sobre la calle Hipólito Yrigoyen, a un paso de la plaza Mitre, que del mismo modo suelen concentrar la atención del público.
Evidentemente, cada uno de estos lugares tiene características propias, distintivas. Alem, por ejemplo, y como viene sucediendo desde hace varias temporadas, es la parada obligada de los jóvenes, de entre 15 y 22 años, que llegan en busca de mucho movimiento y en otros casos, con la idea de preparar la posterior visita a los boliches de la Avenida Constitución, netamente bailables.
En Alem, la noche es propiedad exclusiva de los jóvenes y eso no ocurre en otro sitio de forma tan marcada. Es una constante encontrarlos transitando por ambas veredas con la intención de ver y hacerse ver, así como también descubrirlos parados en las esquinas, ante los requerimientos de quienes organizan todo tipo de fiestas y encuentros, y buscan cautivarlos.
No sólo las chicas se presentan aquí muy 'producidas' (como denomina la juventud a un adecuado arreglo personal -ropa, peinados, perfumes y demás-), sino que también los hombres suelen pasar horas frente al espejo, para lograr la mejor combinación para la seducción.
Nadie quiere perderse detalle y, en líneas generales, los chicos tienen un amplio conocimiento de todas las opciones que se brindan allí y en otros puntos de la feliz. Por eso los que eligen a Alem, según expresan, no lo cambian por nada. Es que allí cuentan con lo necesario para que una noche valga la pena.
Bares (temáticos en algunos casos), así como restaurantes y locales de venta de tragos y comidas, reciben a diario a la juventud, aunque la onda, por sobre todas las cosas, es el encuentro, más allá de ingresar a alguno de los comercios a consumir.
El grueso de la gente prefiere no abandonar las calles, puesto que el entrar a un local implica la pérdida de contacto con el movimiento importante del lugar y no ayuda a quienes buscan relacionarse con alguien del sexo opuesto.
Eso no quiere decir que los comercios estén vacíos. Por el contrario, muchos de ellos tienen una gran convocatoria. Uno de los más concurridos es el Bar-Restaurante "Mr. John's", que está ubicado en el corazón de Alem, al igual que "Mezcalito" y "Boxes Racing"; el primero es un Resto-Bar que sirve comidas mexicanas y el segundo es un bar temático sobre automovilismo. También sobresale un pub ambientado al estilo yanky, con una amplia barra y mesas de pool, denominado "Pool, Food & Drinks".
En la mayoría de los casos, la música que avala a estos sitios es tipo marcha, hecho que de algún modo va marcando el ritmo de la noche. Hay excepciones, puesto que algunos bares cierran sus puertas a ese mundo, y comparten con sus visitantes músicas más tranquilas. Pero parece que la mayoría considera que para tener onda hay que escuchar marcha y así lo hacen, incluso quienes transitan con sus autos por allí, con los estéreos a todo volumen.

UNA VUELTA POR GÜEMES
Aquí el ambiente es un poco más familiar y, si bien cuenta con locales para comer, beber o disfrutar de buena música, los turistas lo toman también como un paseo de compras, dada la importante cantidad de negocios de venta de ropa, en su mayoría de gran categoría, que pueden encontrarse.
Al igual que en Alem, quienes prefieren visitar Güemes cuentan con poder adquisitivo, pero no llegan con la intención de meterse en la vertiginosidad que presenta el primero, sino que eligen negocios un tanto más solemnes, que se prestan para el diálogo y la relajación.
Como se dijo, existe una amplia oferta de comercios que venden ropa de vestir y recrean el paso de los visitantes, así como confiterías excelentemente presentadas que invitan a disfrutar de un grato encuentro en familia o con amigos, aunque suelen no estar al alcance del gran público.
Es así que los turistas miran mucho y consumen poco, aunque en muchos casos, el hecho de pertenecer a ese lugar y mostrarse inmerso en él, basta para ellos. Mientras que otros, más sueltos de bolsillo, se dan el lujo de ser los 'protagonistas' de la noche.
Entre los sitios más elegidos, sobresalen "La Rambla de Ponce" (es una mini rambla implantada en un local donde se puede cenar, comer algo al paso o beber), "Infinito" (bar con presentaciones de bandas todos los días), "Sauro Food & Burggers" (resto-bar con shows musicales), y "Clorinda Café" (muy concurrido por parejas).

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