El "ángel" de Mónica Ayos
Protagoniza en Mar del Plata una comedia junto a Carlos Calvo. La vedette, ahora devenida en actriz, dice que los momentos difíciles que le tocó vivir siempre la impulsaron a salir adelante
| 21 de Enero de 2003 | 00:00

Mónica Ayos está encarando en el verano marplatense su debut como actriz junto a Carlos Calvo en la comedia "Casi un ángel", donde interpreta a una treintañera que decide suicidarse en el día de su cumpleaños pero la aparición de un vecino irascible impide su propósito y le cambia la vida.
"Creo que si uno busca siempre el denominador común con el personaje termina volviéndose loca -declaró la actriz-, pero trato de buscar algunos nexos con mis propias vivencias, que me puedan ayudar para componer el personaje".
Ayos, que cumplió 30 años el 19 de junio ("el mismo día que Nélida Lobato", comentó como al pasar), y al encarar el inevitable balance terminó dando gracias por todo lo que hoy tiene en su vida.
"No es mucho -se apresuró a aclarar- pero es más de lo que yo pedí. Mirando hacia el pasado recordé momentos tan oscuros que me pregunto cómo pude salir y, sin embargo, tengo un hijo maravilloso, salud, trabajo y no tuve que irme del país, así que más no se puede soñar".
Sofía, la protagonista de la obra que se presenta en el teatro Corrientes de La Feliz, también hace un balance pero con resultado negativo, no ha encontrado el amor de su vida, se ha equivocado y, además, tiene mucho dinero. No necesita nada y está harta de todo. En el momento en que va a concretar el suicidio aparece el vecino que va a cambiar su destino.
"Esta historia de amor sirve para darle un poco de esperanzas a la gente -afirmó- y contarle que para el amor no hay edades y que no necesitan esperar a un ser idéntico a uno para ser feliz porque aún siendo completamente diferentes el amor los puede unir".
Luego de una exitosa trayectoria como vedette que la ha llevado a ser reconocida no solo por el público y la crítica, sino también por nombres importantes de la revista porteña como Zulma Faiad o las hermanas Pons, Mónica Ayos ha decidido dar un giro a su actividad e incursionar en el terreno de la comedia.
"Siempre quise hacer comedia o drama -confesó la ahora actriz y hasta ayer vedette-, me parece que estar en un escenario es lo mejor que me puede pasar y es lo que mejor sé hacer. Pero la puerta que primero se me abrió es la del cuerpo, porque la naturaleza me ha dado un cuerpo curvilíneo y lo supe explotar, pero ahora necesito buscar otras cosas".
Curiosamente, el privilegio de poseer un cuerpo envidiable se ha convertido hoy en una preocupación para la actriz. "Una de mis mayores preocupaciones en esta etapa -reconoció- es no anteponer mi cuerpo a otros aspectos más esenciales para una actriz de teatro".
Tal vez sorprenda escuchar a Mónica Atos hablar de momentos de su vida en que se sentía gorda y desvalorizada como mujer.
"Hubo etapas en que pesaba más de 70 kg -contó-, por eso conozco bien el sentimiento de sentirse como expulsada de la sociedad. Por ejemplo, no podía usar la ropa de moda porque no tenían talle para mí. Yo era el patito feo y precisamente por eso, puedo valorar lo que la naturaleza me permitió conseguir a partir de un gran esfuerzo de mi parte".
El difícil tránsito de los pozos oscuros de su pasado a la realidad exitosa de su presente, requirió de una fuerte voluntad y de la decisión de no darse por vencida. "Los momentos defíciles y las cosas negativas, siempre me impulsaron para salir adelante", aseveró.
Quedaron en el pasado un fracaso matrimonial con el padre de su hijo que la llevó a la condición de mujer golpeada y etapas de elecciones equivocadas, soledad y sensación de abandono.
"Siendo muy joven -comenzó a evocar- les pedí a mis padres que me emanciparan y me fui a viajar por los países limítrofes en procura de mi propio destino, me enamoré, quedé embarazada, tuve un hijo a los 19 años y criarlo sola fue un trabajo duro. Me hice mamá, mujer y artista al mismo tiempo".
"Esos golpes de la vida -agregó-, así como pasar hambre, frío y sufrir necesidades, me ha permitido llegar a donde estoy ahora, siendo la misma de siempre".
"Me senti desvalorizada como mujer -confesó-, pero tengo una gran constancia y una especie de motor que no se apaga nunca y no me deja darme por vencida. Soy una constante luchadora y trato siempre de superarme, no por ambición sino tras mis propios sueños. En definitiva, puedo decir que la vida me dio mucho más de lo que me sacó".
Mónica Ayos ha sido nominada para el premio Bradcasting en el rubro "revelación" por el personaje de "Greta" que interpretó en la telenovela "Franco Buenaventura".
"Greta era una mujer de barrio que acababa de salir de la cárcel. Si bien no tengo motivos para sentirme totalmente identificada con ella, era un personajes que venía de muy abajo y me siento capaz de hacerlo con conocimiento de causa por haber pasado hambre y por haber estado enojada con la vida".
En una de las ediciones del unitario "Tiempofinal" interpretó a una mujer de dinero que terminaba cayendo en la locura. "En ese personaje puse toda la furia y la tristeza que alguna vez tuve, pero reconozco que en mi vida siempre he cambiado las cargas negativas por las positivas", remató.
"Creo que si uno busca siempre el denominador común con el personaje termina volviéndose loca -declaró la actriz-, pero trato de buscar algunos nexos con mis propias vivencias, que me puedan ayudar para componer el personaje".
Ayos, que cumplió 30 años el 19 de junio ("el mismo día que Nélida Lobato", comentó como al pasar), y al encarar el inevitable balance terminó dando gracias por todo lo que hoy tiene en su vida.
"No es mucho -se apresuró a aclarar- pero es más de lo que yo pedí. Mirando hacia el pasado recordé momentos tan oscuros que me pregunto cómo pude salir y, sin embargo, tengo un hijo maravilloso, salud, trabajo y no tuve que irme del país, así que más no se puede soñar".
Sofía, la protagonista de la obra que se presenta en el teatro Corrientes de La Feliz, también hace un balance pero con resultado negativo, no ha encontrado el amor de su vida, se ha equivocado y, además, tiene mucho dinero. No necesita nada y está harta de todo. En el momento en que va a concretar el suicidio aparece el vecino que va a cambiar su destino.
"Esta historia de amor sirve para darle un poco de esperanzas a la gente -afirmó- y contarle que para el amor no hay edades y que no necesitan esperar a un ser idéntico a uno para ser feliz porque aún siendo completamente diferentes el amor los puede unir".
Luego de una exitosa trayectoria como vedette que la ha llevado a ser reconocida no solo por el público y la crítica, sino también por nombres importantes de la revista porteña como Zulma Faiad o las hermanas Pons, Mónica Ayos ha decidido dar un giro a su actividad e incursionar en el terreno de la comedia.
"Siempre quise hacer comedia o drama -confesó la ahora actriz y hasta ayer vedette-, me parece que estar en un escenario es lo mejor que me puede pasar y es lo que mejor sé hacer. Pero la puerta que primero se me abrió es la del cuerpo, porque la naturaleza me ha dado un cuerpo curvilíneo y lo supe explotar, pero ahora necesito buscar otras cosas".
Curiosamente, el privilegio de poseer un cuerpo envidiable se ha convertido hoy en una preocupación para la actriz. "Una de mis mayores preocupaciones en esta etapa -reconoció- es no anteponer mi cuerpo a otros aspectos más esenciales para una actriz de teatro".
Tal vez sorprenda escuchar a Mónica Atos hablar de momentos de su vida en que se sentía gorda y desvalorizada como mujer.
"Hubo etapas en que pesaba más de 70 kg -contó-, por eso conozco bien el sentimiento de sentirse como expulsada de la sociedad. Por ejemplo, no podía usar la ropa de moda porque no tenían talle para mí. Yo era el patito feo y precisamente por eso, puedo valorar lo que la naturaleza me permitió conseguir a partir de un gran esfuerzo de mi parte".
El difícil tránsito de los pozos oscuros de su pasado a la realidad exitosa de su presente, requirió de una fuerte voluntad y de la decisión de no darse por vencida. "Los momentos defíciles y las cosas negativas, siempre me impulsaron para salir adelante", aseveró.
Quedaron en el pasado un fracaso matrimonial con el padre de su hijo que la llevó a la condición de mujer golpeada y etapas de elecciones equivocadas, soledad y sensación de abandono.
"Siendo muy joven -comenzó a evocar- les pedí a mis padres que me emanciparan y me fui a viajar por los países limítrofes en procura de mi propio destino, me enamoré, quedé embarazada, tuve un hijo a los 19 años y criarlo sola fue un trabajo duro. Me hice mamá, mujer y artista al mismo tiempo".
"Esos golpes de la vida -agregó-, así como pasar hambre, frío y sufrir necesidades, me ha permitido llegar a donde estoy ahora, siendo la misma de siempre".
"Me senti desvalorizada como mujer -confesó-, pero tengo una gran constancia y una especie de motor que no se apaga nunca y no me deja darme por vencida. Soy una constante luchadora y trato siempre de superarme, no por ambición sino tras mis propios sueños. En definitiva, puedo decir que la vida me dio mucho más de lo que me sacó".
Mónica Ayos ha sido nominada para el premio Bradcasting en el rubro "revelación" por el personaje de "Greta" que interpretó en la telenovela "Franco Buenaventura".
"Greta era una mujer de barrio que acababa de salir de la cárcel. Si bien no tengo motivos para sentirme totalmente identificada con ella, era un personajes que venía de muy abajo y me siento capaz de hacerlo con conocimiento de causa por haber pasado hambre y por haber estado enojada con la vida".
En una de las ediciones del unitario "Tiempofinal" interpretó a una mujer de dinero que terminaba cayendo en la locura. "En ese personaje puse toda la furia y la tristeza que alguna vez tuve, pero reconozco que en mi vida siempre he cambiado las cargas negativas por las positivas", remató.
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