El oro perdió brillo

Finalmente el dólar pareció despertarse el viernes de su prolongado letargo al festejar el buen dato de desempleo que entregó la economía de Estados Unidos, informe que además generó un cambio en las perspectivas de los inversores de cara al futuro. No extrañó entonces que la divisa estadounidense se apreciara frente al resto de las monedas, alcanzando la mayor suba diaria desde junio, al especularse que la Reserva Federal, alentada por la mejora del empleo, podría evaluar en breve la situación de las tasas de interés que están en el nivel más bajo de la historia.

BRUSCO GIRO

Todo cambió cuando el Departamento de Trabajo anunció una tasa de desempleo del 10% (por debajo de las expectativas) y la acompañó con un panorama optimista sobre la realidad de ese mercado laboral y mejoras en las nóminas salariales y las horas trabajadas.

La debilidad del mercado laboral era una de las principales preocupaciones que tenía la Reserva Federal (el Banco Central de Estados Unidos) para el 2010. De inmediato, el dólar pasó a ser demandado: avanzó 1,3% frente al euro; 2% ante al yen y 0,4% frente a la libra esterlina.

Al mismo tiempo, los precios de todos los commodities que miden su valor en esa moneda cayeron: 1,15% el petróleo; 4,31% el oro y 0,4% la soja.

Además, este panorama ejerció presión en los mercados emergentes, que sintieron el viernes el impacto en las cotizaciones bursátiles y de sus títulos públicos.

EL ORO

Pero sin dudas fue el oro quien más sintió el ajuste, luego de una semana espectacular, donde no dejó récord por romper, recuperando su mejor prestigio de "reserva de valor". Finalmente cerró a 1.168,80 dólares la onza troy en su cotización futuro en Nueva York y a 1.190,25 dólares en Londres.

fue precisamente debido a la debilidad del oro, que durante la semana pasada el oro operó constantemente en alza, para superar la barrera histórica de los 1.200 dólares la onza troy.

Esta suba del metal precioso siguió un camino alcista potenciado por la tendencia de los inversores que se vieron tentados a refugiarse de la potencial inflación en Estados Unidos, mientras que también fuertes operadores financieros como India y China apostaron al oro para garantizarse el valor de sus activos.

Así los inversores vieron en la debilidad del dólar un motivo excelente para subirse al boom del metal, cuando el billete estadounidense comenzó a cotizarse por debajo de 1,5 unidades por cada euro.

Aún con la baja del viernes, el oro subió alrededor de un 40% este año, y parecía encaminado a registrar su mayor suba anual de los últimos 30 años.