Estudio sostiene que la actividad cerebral puede ayudar a dejar de fumar

Las pruebas se desarrollaron con un tomógrafo en los Estados Unidos, que midió la determinación de cada fumador

La actividad del cerebro puede ayudar a evaluar la determinación de un fumador de dejar el cigarrillo, según un estudio desarrollado por investigadores estadounidenses que observaron en tomografías una región de la corteza vinculada a las modificaciones del comportamiento.

El estudio, publicado en la revista científica Health Psychology, se llevó a cabo con 28 grandes fumadores que se unieron a un programa para dejar el cigarrillo. Los participantes fueron invitados a observar una serie de mensajes sobre dejar de fumar mientras que un tomógrafo registraba la actividad de su cerebro.

Luego de cada mensaje, los pacientes "anotaban de qué manera esto había influenciado en su proyecto de dejar el cigarrillo y si ello había reforzado su determinación".

Las personas cuya corteza prefrontal mediana manifestaba actividad durante la difusión de los mensajes, estaban "significativamente" más inclinadas a reducir su consumo de cigarrillos durante el mes siguiente.

"Lo que es apasionante, es que sabiendo lo que pasa en el cerebro de alguien podemos predecir mucho mejor su futuro comportamiento que si conociéramos solo su propia autoevaluación" sobre las posibilidades de dejar de fumar, señaló Emily Falk, principal autora del estudio y directora del laboratorio sobre neurociencias y comunicación de la Universidad de Michigan.

El estudio, financiado por los Institutos nacionales de salud estadounidenses y la Fundación nacional por la Ciencia, se realizó en la Universidad de California (UCLA), en Los Angeles.

EL CEREBRO NUNCA DESCANSA

Por otra parte, una nueva investigación realizada por un grupo de científicos determinó que en el sistema neurológico nada está librado al azar, y que producto de la interrelación de funciones, por lo general cuando una se desactiva, otra se incorpora, de manera que siempre hay una función en juego.

Los científicos analizaron qué pasa dentro del cerebro durante los llamados "estados de reposo", y establecieron que "cuando parece que el cerebro no hace nada es cuando realmente presenta una dinámica muy particular, caracterizada por la fuerte actividad que se produce en determinadas áreas de la corteza que se activan y se desactivan de manera correlacionada y a una frecuencia muy baja".

"Los estados de reposo cerebral, aquellos en los cuales podemos pensar que el cerebro no hace nada, han sido ampliamente analizados en numerosos trabajos de investigación. El estudio funcional de los grandes sistemas neuronales a través de técnicas de electrofisiología de resonancia magnética mostró una organización en red altamente coherente que no deja nada librado al azar", completaron los investigadores.

En estudios anteriores, los responsables de la presente investigación habían detectado que son muchos los elementos que intervienen y se ponen en juego para que el estado de reposo del cerebro sea óptimo. Entre éstos se cuentan diversos elementos estructurales, cierta ralentización y fluctuación de las señales.

"Lo importante es que éstas líneas de investigación abren nuevas perspectivas para el diagnóstico y abordaje de varias enfermedades comunes e importantes como el Alzheimer o la esquizofrenia, que tienen en común el hecho de que presentan características similares en los estados de reposo de la corteza cerebral, que es el estado más puro del cerebro porque en él están ausentes los estímulos relacionados con la acción", finalizaron los científicos.

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