Crece el boom acuático y no se consiguen amarras en la Región
| 24 de Abril de 2011 | 00:00
En el río que baña la ribera de nuestra región escasea el espacio para dejar las embarcaciones. Tanto es el lugar que falta respecto a la demanda que en los clubes náuticos no hay amarras disponibles para barcos y veleros ni vacantes en las guarderías de lanchas y gomones. "Está todo ocupado", coinciden los dirigentes de las entidades que brindan esos servicios indispensables para la navegación.
La demanda crece sin parar. Otro ejemplo de cómo avanzan las embarcaciones sobre el río lo da este dato: Regatas no terminó todavía con los trabajos para extender la capacidad del amarradero y ya hay unas 25 reservas de socios que pagaron un adelanto para asegurarse el lugar.
MAS ACCESIBLES
"No hay espacio en el río porque ahora hasta los pequeños barcos se han puesto al alcance de la gente. Ya es una idea distorsionada pensar que navegar es para los ricos. En una familia, para iniciarse, la adquisición puede significar incluso un gasto menor al de un segundo auto", opina Rubén Collazo, presidente del Club Náutico de Berisso, donde la cuota societaria y el derecho a una amarra o a una plaza en la guardería cuesta $260.
En la institución de Berisso también creció el número de socios. La crisis de 2001 la dejó tambaleando por varios años con no más de 250 adherentes. El interés progresivo por navegar llevó a un aumento notable del padrón y hoy tiene alrededor de 450 socios. Allí tienen 70 amarras y 40 plazas en la guardería. "En espacio estamos con lo justo; sólo quedan dos o tres lugares disponibles en el agua y no creo que haya muchos más en la Región. Hay gente en lista de espera", precisa Collazo.
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