Laurel y pepino, un remedio platense contra cucarachas

Lo dicen científicas del Conicet. El mito de la lavandina

LAS CIENTÍFICAS DEL CENTRO DE INVESTIGACIÓN DEL CONICET LA PLATA QUE ESTÁN DESARROLLANDO MÉTODOS Y BUSCANDO SUSTANCIAS PARA ERRADICAR A LAS CUCARACHAS DOMICILIARIAS

Las hojas de laurel o rodajas de pepino son eficaces elementos para combatir la colonización de las cucarachas, en cambio, la lavandina no les hace absolutamente nada. Lo dicen científicas platenses que, mientras trabajan en el desarrollo de un gusano que sin afectar a personas y mascotas las mate bien muertas, han diseñado recetas caseras para declararle la guerra a estos insectos “caníbales”, perjudiciales para la salud y que “han visto nacer y extinguirse a los dinosaurios”, señalan las expertas del Conicet.

“Por cada una que se ve, se calcula que hay cien escondidas”, afirma María Fernanda Achinelly, integrante del equipo de trabajo del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (Cepave, Conicet-UNLP) que lleva adelante un proyecto de extensión sobre prácticas caseras para combatir a las cucarachas domiciliarias.

Y combatirlas es imprescindible, porque “difícilmente exista algún hogar exento de estos indeseados huéspedes que transmiten distintos virus y bacterias como la de la salmonella”, apuntan las especialistas, quienes añaden que “existe literatura que demuestra que provocan asma en bebés y niños, por medio de una proteína que tienen en el intestino y que se pulveriza y queda en el aire una vez expulsada con la materia fecal”.

La directora del proyecto de extensión, la investigadora de la CIC en el Cepave, Nora Camino, enfatiza que “si bien la limpieza es un factor clave en la lucha para erradicarlas, su presencia no es sinónimo de insalubridad. Ese es nuestro punto de partida y queremos que quede claro: tener cucarachas en casa no significa que seamos sucios”.

lavandina no, pepino

Luego desmitifica algunos de los procedimientos más utilizados para darle pelea a las cucarachas. “El primer y más frecuente error es desinfectar con lavandina. Sirve para el baño pero no para la cocina, porque elimina a todos los enemigos naturales del insecto y a él no le hace absolutamente nada”, describe, poniendo de relieve la gran capacidad de supervivencia que caracteriza a estos bichos a los cuales, en sentido figurado, se denomina prediluvianos.

“La única condición que necesitan para vivir es la humedad, de manera que en la Región están por todos lados”, apuntan las expertas, que a partir del estudio sistemático de sus hábitos y características diseñaron acciones sencillas que apuntan tanto a eliminarlos como a repelerlos en el ámbito doméstico.

Hojas de laurel o una rodaja de pepino. Son dos ejemplos de sustancias que las ahuyentan. “Se pueden ubicar detrás de la heladera, en la alacena o en los cajones para evitar la colonización en esos sitios. Como no son tóxicas, se pueden usar en casas en las que hay bebés o niños”, señala Achinelly.

En esa línea, el equipo elaboró distintos cebos caseros de fácil confección con elementos cotidianos. “Es que las cucarachas son caníbales, de modo que si una queda muerta en una trampa, atrae a muchas más”, aseguran.

Así, como la lavandina sólo favorece su proliferación -al contrario de la creencia generalizada-, la mejor manera de desinfectar una cocina es con “agua con detergente y un buen chorro de vinagre”, indica Camino y advierte: “A la noche, es probable que las cucarachas beban agua del trapo rejilla húmedo, por ello conviene dejarlo en un lavadero u otro ambiente que no sea la mesada donde de día manipulamos la comida”. Y a propósito de alimentos, comenta que otro dato curioso es que las cucarachas juveniles devoran el pegamento de las etiquetas de las latas, por lo que conviene despegarlas y marcar con un fibrón cuál es su contenido.

Las tres especies que colonizan los domicilios son la Blattella germánica, pequeña y amarronada; Blatta orientalis, negra y grande, y Periplaneta americana, de color rojizo. Todas comparten hábitos más o menos parecidos, y sus huevos suelen trasladarse de un lado a otro en la suela del calzado, las bolsas de la verdulería, o incluso la botamanga de los pantalones. “Es muy importante imponer prácticas culturales para ahuyentarlas de forma masiva –insisten las investigadoras-, porque de nada sirve implementarlas en una sola casa, ya que las cucarachas siempre llegarán desde los hogares vecinos”.

Gusano
Además de diseñar prácticas caseras para erradicar a las cucarachas, las expertas están abocadas a la búsqueda de un gusano que las mate sin causar daño a personas y mascotas.

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