Cómo es el penal de Ezeiza

Pisos de hormigón armado de 30 centímetros de espesor, doble alambrado perimetral externo, sensores de movimiento y un circuito cerrado de cámaras para monitorear cada zona. Estas son algunas de las características del Complejo I de la Unidad Carcelaria de Ezeiza, donde ayer se registró la fuga de 13 presos, lo que provocó que 19 funcionarios penitenciarios fueran desplazados y renunciara el propio director del Servicio Penitenciario Federal.

El establecimiento, considerado de máxima seguridad, está preparado para alojar hasta 2.000 internos.

Los presos son alojados en siete módulos emplazados en un predio de 50 hectáreas, con 80 mil metros cuadrados cubiertos.

Cada uno de los módulos del penal está dividido en seis pabellones.

El criterio para distribuir a los detenidos es que tengan antecedentes y personalidades compatibles.

La fuga, con características cinematográficas registrada ayer, se produjo en la celda 22 del pabellón B del módulo tres del penal, donde los presidiarios hicieron un boquete en el piso.

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