Murió Eugenia De Chikoff, la “condesa de los buenos modales”

La condesa Eugenia De Chikoff, conocida por sus clases de protocolo y ceremonial que llegaron hasta distintos programas de televisión, falleció en las últimas horas sin que hasta el momento trascendieran las causas de su muerte, y sus restos fueron trasladados al cementerio Parque Iraola, ubicado en la bajada de la localidad bonaerense de Hudson, en la autopista Buenos Aires-La Plata, de acuerdo a lo revelado por sus allegados.

Según había señalado en una de sus últimas entrevistas, había nacido en Buenos Aires pero fue educada “en una zona francesa que durante años fue alemana”, motivo por el cual preservaba ese acento germano.

Pese a ser reconocida por sus clases de protocolo y ceremonial, la hija del conde ruso Juan Eugenio de Chikoff, tuvo durante 23 años una escuela de Kung Fu, ubicada en la intersección de Rodríguez Peña y Santa Fe, en Barrio Norte, porque se recibió de karateca en China.

Según ella misma confesó, De Chikoff nunca se casó ni tuvo novio, aunque admitió que se enamoró dos veces, en una de ellas de un sacerdote jesuita, y en la otra oportunidad, según dijo, tuvo una “admiración muy grande hacia un hombre casado”.

“Elegía a los candidatos con los cuales no me podía casar”, resumió en su momento, para añadir que “yo era una joven que obedecía al pie de la letra a mi padre. La palabra de él era sagrada para mí”.

LA DAMA DE LOS BUENOS MODOS

Como quedó dicho, la dama de los buenos modales era la hija del conde ruso Juan Eugenio de Chikoff, y por eso, muchos le decían condesa.

Ella nació en Buenos Aires, pero recibió una educación francesa y alemana, motivo por el cual preservaba ese acento con el que se la identificaba.

Estudió en Francia, Inglaterra y en Alemania, y hablaba nueve idiomas. También fue dueña de una escuela de artes marciales ubicada en el barrio porteño de la Recoleta, ya que en China había aprendido karate, judo y esgrima.

La maestra de protocolo y ceremonial, que enseñó sus secretos en varios programas de TV a lo largo de varias décadas y que en los últimos años respondía consultas en su Facebook, pasó también gran parte de su vida en las bibliotecas y en el Teatro Colón, en la que era otra de sus pasiones.