Buscan a un acusado de homicidio que se fugó de un juicio en La Plata

Desapareció antes de los alegatos y ahora tiene orden de captura nacional e internacional

El 16 de octubre de 2011 se celebró el Día de la Madre, pero aunque Lorena Soledad Velázquez (33) estaba entonces embarazada de 8 meses, no recordará por eso a aquel domingo. Fue el día en que mataron a puñaladas a su marido, Lautaro Bordagaray. El joven tenía entonces 25 años.

Por lo que cuenta Velázquez, lo abordaron “para robarle cuando salía a trabajar, lo golpearon y apuñalaron” en la puerta de su casa de 81 entre 128 y 129, en el barrio Villa Progreso de Berisso, caso por el que fue detenido un sujeto identificado como Héctor Rafael López Barreto.

“Pasó solamente dos meses preso, porque la Cámara lo excarceló por falta de mérito y llegó en libertad al juicio”, explicó Velázquez.

El debate comenzó días atrás, a cargo del Tribunal Oral Criminal 2, pero cuando se estaban por producir los alegatos, el del particular damnificado a cargo del abogado Julio Beley, “este hombre no se presentó a la audiencia y no se sabe dónde está”, lamentó la esposa de Bordagaray en diálogo con EL DIA.

Se sospecha que durante el debate habrían surgido elementos que lo comprometían. Por eso decidió escapar.

El imputado tiene orden de captura nacional e internacional y es buscado por Interpol. Pero no aparece por ningún lado.

Al momento del crimen la pareja tenía dos hijos (un varón y una nena que ahora tienen 13 y 10 años, respectivamente) y Lorena cursaba el octavo mes de embarazo de otra nena.

Bordagaray tenía dos carnicerías de las que tuvo que hacerse cargo Velázquez para mantener a la familia.

En un primer momento trascendió que el homicidio fue a consecuencia de una pelea vecinal, aunque la mujer de la víctima refiere que se trató de un intento de robo.

Ahora, sólo espera y reclama justicia.

EL CASO

Según contó la crónica policial, aquél 16 de octubre de 2011 fueron pocos los vecinos que se animaron a intervenir en una disputa entre jóvenes que presuntamente se conocían del barrio.

Las versiones apuntaron a que existieron agresiones que precedieron a la tragedia, que se desató cuando Bordagaray murió como consecuencia de una puñalada que recibió a la altura del pecho.

El hecho se inició minutos después de las 17 horas en la zona de 81 entre 128 y 129.

Los vecinos relataron que los momentos de tensión se extendieron con gritos, corridas y agresiones, hasta que todo eso desencadenó en el fatídico ataque.

En las horas posteriores al asesinato, la incertidumbre marcó el rumbo de la causa.

También, más allá de la cercanía entre los protagonistas del incidente, se habló de un intento de robo. Esa es la hipótesis que siempre defendió la mujer de la víctima.

Al parecer, como consecuencia de la confrontación, otro joven, identificado como Ramón Villán, sufrió lesiones.

Los médicos hablaron de varios cortes en distintas partes del cuerpo y lesiones en la cabeza, por las que debió ser asistido en el hospital Gutiérrez.

En defensa de Villán habría salido quien ahora es buscado como asesino de Bordagaray.

En su momento, la Cámara le dictó una falta de mérito y le otorgó una excarcelación, que no le alcanzó para zafar del juicio oral.

Cuatro años después, cuando el proceso comenzaba a tomar impulso y, las partes se preparaban para exponer sus fundamentos, antes del dictado de la sentencia, López Barreto desapareció de los lugares que solía frecuentar.

Lo fueron a buscar y no estaba por ningún lado.

El tribunal a cargo del debate ordenó su captura y ahora no sólo la Policía local está detrás de sus pasos. También Interpol.

El juicio, por cuestiones obvias, se suspendió hasta que el imputado comparezca y se ponga a derecho.

Su situación es comprometida y habrá que ver cuál es la postura de los jueces para el caso de que entiendan acreditada la autoría del homicidio.

Por lo general, por más de que hubiera una condena, hasta que el fallo adquiere firmeza en instancias judiciales superiores, la situaciones preexistentes no se modifican. Es decir, la libertad con la que el imputado llegó a juicio.

De todas formas, por la gravedad de lo sucedido en este caso, los antecedentes inmediatos podrían jugarle en contra.

El 16 de octubre de 2011 se celebró el Día de la Madre, pero aunque Lorena Soledad Velázquez (33) estaba entonces embarazada de 8 meses, no recordará por eso a aquel domingo. Fue el día en que mataron a puñaladas a su marido, Lautaro Bordagaray. El joven tenía entonces 25 años.

Por lo que cuenta Velázquez, lo abordaron “para robarle cuando salía a trabajar, lo golpearon y apuñalaron” en la puerta de su casa de 81 entre 128 y 129, caso por el que fue detenido un sujeto identificado como Héctor Rafael López Barreto.

“Pasó solamente dos meses preso, porque la Cámara lo excarceló y llegó en libertad al juicio”, explicó Velázquez. El debate comenzó días atrás, a cargo del Tribunal Oral Criminal 2, pero cuando finalmente se iba a escuchar el veredicto, “este hombre no se presentó a la audiencia y no se sabe dónde está”, lamentó la esposa de Bordagaray en diálogo con este diario.

Al momento del crimen la pareja tenía dos hijos (un varón y una nena que ahora tienen 13 y 10 años, respectivamente) y Lorena cursaba el octavo mes de embarazo de otra nena.

Bordagaray tenía dos carnicerías de las que tuvo que hacerse cargo Velázquez para mantener a la familia.

En un primer momento trascendió que el homicidio fue a consecuencia de una pelea vecinal, aunque la mujer de la víctima refiere que se trató de un intento de robo.

Ahora, sólo espera justicia.

 

http://pasado.eldia.com/edis/20111017/asesinan-punalada-joven-villa-progreso-policiales0.htm

EL CASO
Julio Beley
Lautaro Bordagaray
Tribunal Oral Criminal
Villa Progreso

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