Creyeron haber encontrado a la nieta de Chicha Mariani: no era
| 26 de Diciembre de 2015 | 02:15

La que parecía una Navidad soñada durante casi cuarenta años, se convirtió, para Chicha Mariani, la histórica dirigente y luchadora por los derechos humanos, en una nueva frustración. La mujer que el día anterior se había dicho que era su nieta, a la que busca con admirable energía desde hace 39 años, finalmente no es aquella beba que fue secuestrada en una casa de nuestra ciudad en la que vivía junto a sus padres, asesinados por la dictadura.
El jueves pasado, la Fundación Anahí, que dirige María Isabel “Chicha” Chorobik de Mariani había anunciado el hallazgo. Incluso, “Chicha” había difundido fotos con su supuesta nieta en su casa, previo a la celebración de la Nochebuena. Enseguida, la noticia explotó en las redes sociales, con muchos saludando la aparición de la nieta recuperada 120. Incluso el presidente Mauricio Macri se hizo eco y envió su salutación.
Pero ayer a la tarde, el abogado de Mariani, Juan Martín Ramos Padilla, emitió un comunicado en el que aclara que el Banco Nacional de Datos Genéticos “descartó” que la joven sea Clara Anahí Mariani Terrugi, la nieta de Chicha.
Ramos Padilla dice que la confusión se dio porque la mujer, que reside en Marcos Juárez (Córdoba), se había presentado anteayer en la casa de Chicha con estudios de un laboratorio privado cordobés con resultado positivo sobre el vínculo filial.
“PARECE MENTIRA”
Chicha pasó en pocas horas de la emoción a la incertidumbre y la decepción. “Hoy me siento una mujer sumamente feliz por haber encontrado y tenido acá, a mi lado, a mi nieta, Clara Anahí. Parece mentira. Me tiene muy emocionada y estoy tratando de sentirme fuerte, pero no es fácil recibir semejante regalo”, había dicho el jueves 24 en una entrevista con Canal 7.
En poco tiempo, la noticia conmovió al mundo político: el presidente Mauricio Macri expresó su “alegría por la recuperación de la nieta 120”, saludó a Chicha Mariani, a quien le deseó “una Feliz Navidad de reencuentro”, y destacó: “Es un triunfo de la búsqueda de la verdad y la defensa del derecho a la identidad”.
Distintas voces del gobierno nacional -el ministro de Justicia, Germán Garavano; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; y el titular de Medios Públicos, Hernán Lombardi- se sumaron a las felicitaciones, mientras también manifestaron su alegría distintos representantes de la oposición, como los diputados Eduardo “Wado” De Pedro (Frente para la Victoria) y Victoria Donda (Libres del Sur), ambos hijos de padres asesinados durante la dictadura.
La titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, deseó que “Chicha viva muchos años para disfrutar” a su nieta y destacó que la joven “apareció en Navidad, como un regalo”.
Había llamado la atención el silencio de la agrupación Abuelas de Plaza de Mayo, habitual órgano de difusión de estas noticias, aunque Guido Montoya Carlotto, nieto de la titular de la entidad, Estela Carlotto, celebró el hallazgo vía Twitter.
Al confirmarse ayer que los resultados de ADN muestran, en definitiva, una incompatibilidad genética, se abrieron interrogantes que probablemente se terminen de responder en los próximos días. ¿Cómo se llegó a formular un anuncio tan rotundo y contudente si no existían confirmaciones oficiales?
HISTORIA
El 24 de noviembre de 1976 un grupo parapolicial llegó a la casa de calle 30, entre 55 y 56, de La Plata, donde vivían Daniel Mariani, Diana Teruggi y la hija de ambos, Clara Anahí, de tres meses.
A la vivienda -donde funcionaba una imprenta oculta de Montoneros- llegaron cientos de agentes de seguridad cuando Daniel Mariani había salido a trabajar y en la casa estaban Daniel Mendiburu Eliçabe, Roberto Porfidio, Juan Carlos Peiris, Diana Teruggi y su beba de tres meses.
Fue una balacera infernal en donde los cuatro jóvenes murieron y testigos vieron salir a un policía con la beba.
El represor Miguel Etchecolatz, condenado a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad, aseguró que la beba había muerto carbonizada durante el ataque, pero Chicha Mariani no cesó de buscarla.
Incluso, el año pasado había escrito una carta abierta a la joven en donde le pedía que buscara fotos de niña y se comparara con los retratos de sus padres que acompañaban la misiva.
Aunque por unas horas se creyó que esa búsqueda había tenido resultado, ahora se sabe que deberá continuar. A los 92 años, Chicha Mariani conserva fuerzas y plena lucidez. Y lo ha dicho muchas veces, además de demostrarlo de sobra: “Nunca voy a bajar los brazos”.
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