Los famosos se someten al juicio de la balanza

Ahora sí, el verano llegó definitivamente. Lo marca el termómetro, y también el calendario, que en cuestión de días anunciará diciembre, mes en que piletas y colonias abren sus puertas.

Y entonces, el mundo desespera por lucir lo menos embarazoso posible en traje de baño. Convengamos que la ropa de piscina es la menos halagüeña, deja muy poco a la imaginación y en general está pensada para supermodelos, no para personas comunes a las que deja en offside revelando “michelines” donde debería haber abdominales. Por lo tanto, diciembre es el mes en el que quienes están más o menos en forma buscan ajustar un poquito todo, y también el mes en que quienes no están en forma, se resignan a lucir ridículos y dejarse puesta la remera siempre. Triste realidad del mundo en que vivimos, que nos bombardea y tortura con cuerpos inalcanzables.

Pero, consuelo de tontos, lo bueno es que los famosos, esos que llevan tan bien esas bikinis diminutas y esas mallas ajustaditas, también sufren en diciembre, el llamado mes de las dietas extremas.

Susana Giménez (una habitué de las dietas extremas) bajó por ejemplo 7 kilos gracias a una dieta de Máximo Ravenna (el mismo doctor que asesora a Dilma Rousseff). La diva cumplió a rajatabla un estricto programa nutricional de 800 calorías diarias. El especialista le indicó beber tres litros de agua por día en forma de agua, infusiones, caldo, aguas saborizadas, jugos diet y gelatina diet. Además, le prohibió el alcohol y cualquier producto que contenga harinas.

Para el desayuno y la merienda: frutas frescas, yogurt descremado, quesos magros y licuados de fruta sin azúcar. De colación: alimentos de bajo índice glucémico, como cerezas, cítricos, verduras de hoja verde y ciruelas frescas. Para morirse de hambre... y aburrimiento.

Las dietas de este tipo, extremas en sus mandatos, suelen ser comunes entre los famosos. Por caso, un tipo como Marcelo Tinelli, flaco, deportista, fue asesorado en su visita al Kun Agüero por el nutricionista del Manchester City y bajó recientemente cinco kilos tomando agua y evitando todo tipo de ingesta de harinas, gaseosa y alcohol. Evitando, digamoslo, la buena vida. ¿Hacía falta, Marcelo? Así es la tevé, tirana...

MAS DIETAS EXTREMAS

Por eso, en Hollywood, una dieta muy utilizada, por su eficacia, es la Atkins: consiste en comer grandes cantidades de proteínas (huevos, carne...) y un mínimo de carbohidratos (pan, pasta...) para adelgazar. También están prohibidas las frutas y verduras ricas en fibra. Kim Kardashian se sometió a ella y bajó 19 kilos.

Pero los expertos dicen que aunque consigue una rápida pérdida de peso (con el consiguiente riesgo de efecto rebote), “provoca falta de apetito, halitosis o acetona en el aliento, estreñimiento, aumento del colesterol, aumento de los niveles de ácido úrico y, en algunas situaciones, riesgo cardiovascular o sobrecarga del riñón”. Todo por bajar unos kilitos...

Más extrema aún es la Dukan, un régimen en cuatro fases que arranca con una dieta sin carbohitratos y sólo proteínas para proporcionar una rápida pérdida de peso. Un grupo de expertos que analizó el método lo consideró “ineficaz, fraudulento y potencialmente peligroso”. Entre los riesgos que citaban desequilibrios nutricionales, alteraciones somáticas, psicológicas, hormonales, de crecimiento o de rendimiento. Entre sus clientas, nada menos que la princesa Catalina, Jennifer Lopez y Gisele Bundchen.

SUSTENTABLES

En contrapartida, algunos nutricionistas, como Daniela Lopilato, la hermana de Luisana, o Oz García, el cubano que asesora a varias celebridades, eligen cambios de hábito más moderados y sustentables. Oz, por ejemplo, pide ejercicio, yogur natural (es rico en probióticos, explica) y un buen descanso.

Pero este enfoque “new age” al problema dietario tiene también un lado B, oscuro y duro: lejos del relax hippie, muchas nuevas dietas exigen compromisos y renuncias mucho más exigentes que los viejos dietólogos. Por ejemplo, si la dieta de 800 calorías de Su parecía extrema, en Hollywood la dieta más común reduce ese margen a ¡600! Así, en Argentina y Estados Unidos, aparecen cada vez más jóvenes que sorprenden por una delgadez que no parece saludable...

Mientras tanto, otras celebrities asesoradas por estos nuevos gurúes del descenso de peso, proponen, como Gwyneth Paltrow, practicar dietas “eliminatorias”, ejercicios que duran semanas y que sirven para purificar el organismo sin café, alcohol, lácteos o carne.

ONDA NEW AGE

Uno de los que cayó en esa movida fue Jorge Rial: motivado por su novia naturista a cambiar de hábitos, el conductor de “Intrusos” incursionó en la dieta de los famosos para mantenerse en forma que se basa en sobrecitos y nada de harinas al principios.

Desde que se puso en pareja con Agustina Kämpfer no come más harinas, hace yoga regularmente y medita. Por eso, contó en su programa cotidiano de espectáculos las consecuencias que está sufriendo por su nueva dieta.

“Yo hace dos días que no como harina, y estoy embarazado… No. Estoy así como excitado, así que les aviso por las dudas”, contó el periodista.

Este tipo de dietas líquidas, que eliminan harinas y son en base a jugos, pueden provocar hasta una pérdida de dos kilos por día. Pero, claro, usadas de manera prolongada, pueden causar hipofuncionalidad (actividad insuficiente) digestiva. Además, a corto plazo tienen algunos inconvenientes: “Producen una gran sensación de hambre y, con frecuencia, flatulencias”. Y, evidentemente, excitan...

Las nuevas dietas han calado hondo en los famosos: las que no incurren en excesos como las mencionadas, promueven sencillamente hábitos más saludables, la ingesta de alimentos sin procesar, y el alejamiento de las grasas, los carbohidratos y el gluten, en mayor o menor medida (el gluten es el nuevo enemigo del bienestar: ya lo dijeron Novak Djokovic y Lionel Messi...).

A menudo, incluso, son combinadas con la nueva ideología que permea la farándula, que promueve el vegetarianismo y el veganismo. Algunas de las adherentes a este nuevo movimiento que mezcla bienestar y convicción son la mencionada Kämpfer, Agustina Cherri, Natalia Oreiro, Dolores Barreiro, Calu Rivero y los hermanos Gastón y Nicolás Pauls.

“Cuando dejas de comer carne, la piel te cambia por completo. Un cambio de hábito tiene que salir de uno mismo, debe ser una elección propia. Y es mentira que si uno es vegano se vuelve anémico”, declaró Emilia Attias, en este sentido.

Brad Pitt es uno de los que encabeza el movimiento vegano en Hollywood, tras años donde, según el mismo confesó, vivía a comida rápida (¡qué genética!). Pero su mujer, Angelina Jolie, ya no lo es: “Esa dieta casi me mata”, contó. Las fotos lo revelan, mostrando una Angelina demasiado flaca para no causar impresión.

También Natalie Portman, Chris Martin, Anne Hathaway y Tobey Maguire son algunos de los cientos que se suman a esta nueva tendencia. En la vereda de enfrente, hay muchos famosos (Matthew McConaughey, Jessica Biel, Megan Fox) que hacen paleodieta, que consiste en, básicamente, la ingesta de carnes magras y la eliminación de todo lo procesado. La idea es comer como comería un hombre del Paleológico.

La clave, al final del día, no parece tenerla nadie. Quienes más parecen haber hecho un pacto con el de abajo son aquellos que durante años practican hábitos saludables (incluyan o no carne) y, además, hacen ejercicio. La única certeza, en ese sentido, es que las dietas extremas solo producen resultados extremos. Pero, claro, hacia eso empuja el medio...