Fiscal ratificó que no cree que la muerte del cura haya sido un suicidio


El fiscal general de Tucumán, Gustavo Gómez, ratificó hoy que no cree que la muerte del sacerdote  que denunciaba el avance del narcotráfico en esa provincia haya  sido un suicidio y expresó que no le parece "un disparate" que se  haya hecho mal la autopsia de forma intencional.    

Tras la conmoción que generó en la provincia el hallazgo del  cuerpo del religioso Juan Viroche, quien fue encontrado ahorcado en  la sacristía de su iglesia, el funcionario judicial advirtió que  "definitivamente no corresponde" cerrar el caso como suicidio.    

"Yo no creo que esto haya sido un suicidio. No coincido con  esa hipótesis porque quienes hemos conocido el trabajo del padre,  quien conoce el lugar donde el padre trabaja, quien habla con los  vecinos con los que el padre ha trabajado se da cuenta que acá no  hubo ningún suicidio", sentenció el fiscal.

El fiscal también dijo que descree de las versiones que  indican que el cura tenía una relación con una mujer a la que dejó  embarazada, situación por la que se sentía presionado, al considerar  "siempre se trata de ensuciar a la víctima".    

Consultado sobre la posibilidad de que la autopsia, que  determinó que el párroco se suicidó, se haya hecho mal de forma  intencional, respondió que la hipótesis "no es un disparate".    

En declaraciones a radio La Red, Gómez recordó que el  sacerdote "este domingo entregaba su parroquia porque le había pedido al  Obispo (de Tucumán) que lo trasladen porque tenía miedo que lo  maten".    

El fiscal general también aseguró que sabía de las amenazas  que padecía el religioso y hasta sostuvo que un colega del párraco  le había pedido que lo recibiera en la Fiscalía, reunión que no  llegó a concretarse.    

"Yo estuve trabajando y conversando con los sacerdotes que  estaban en el equipo en el que él estaba y que se dedican a la  contención de los chicos con adicciones. Dan misas en la calle junto a  las madres de chicos que se suicidan por el consumo de paco. Son  sacerdotes jóvenes, muy trabajadores, siempre están en parroquias  pobres, defendiendo la vida", describió.    

En este sentido, subrayó que en esa provincia "la lucha de la  iglesia católica contra el narcotráfico es un hecho histórico" y  sin embargo este delito tiene "una implicancia muy grande en el  poder político" de Tucumán.    

Al respecto, puso como ejemplo el caso del legislador   Emiliano Vargas Aignasse "procesado por llevar droga e intentar coimear a  la Policía" y "que todavía sigue en su cargo".    

Viroche, de 46 años, fue encontrado ahorcado en la iglesia  Sagrado Corazón, de la localidad tucumana de Ingenio La Florida, por  lo que los vecinos realizaron una marcha ayer para pedir que se  esclarezca en qué circunstancia murió.     

La Conferencia Episcopal Argentina reclamó el "pronto  esclarecimiento" de la muerte del sacerdote, mientras el gobernador de  Tucumán, Juan Manzur, solicitó al gobierno nacional el apoyo de las  fuerzas federales para avanzar en la investigación del caso.

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