En medio de violentas protestas, Temer logra un triunfo en el Senado
| 14 de Diciembre de 2016 | 02:59

BRASILIA.- El gobierno del presidente brasileño, Michel Temer, dio ayer una muestra de fortaleza política y logró que el Senado aprobara en forma definitiva una polémica propuesta que mantendrá en mínimos el gasto público durante los próximos 20 años, lo que provocó graves protestas.
El proyecto tenía carácter de enmienda constitucional, por lo que debió ser sometido a dos votaciones en el pleno de la Cámara alta, que ayer le dio su segunda sanción con una abrumadora diferencia de 53 votos a favor y apenas 16 en contra.
La nueva norma constitucional dice que el aumento del gasto público anual estará limitado durante los próximos veinte años a la tasa de inflación del ejercicio anterior y que ese techo sólo podrá ser revisado una vez transcurrida la primera de las dos décadas.
SEVEROS RECORTES
Según los críticos de esa medida, ese límite impondrá severos recortes del gasto público durante las próximas dos décadas en áreas en las que el país requiere de una ingente presencia del Estado, como son la salud, la educación y la atención de los más pobres.
La senadora Fátima Bezerra, del Partido de los Trabajadores (PT), llegó a proponer que la votación fuera suspendida, pero fracasó en un intento en el que fue apoyada por la minoritaria oposición.
Bezerra sostuvo que el Gobierno “sólo quiere revocar por 20 años las inversiones para los más pobres, pero sin proponer un techo para pagarle la deuda a los banqueros”, lo que calificó de “delito de lesa patria” ya “condenado por la mayoría de la población”.
Aludió así a una encuesta publicada ayer por el instituto Datafolha, según la cual al menos el 60 % de los brasileños está en contra de imponer ese límite al gasto, que sólo cuenta con el apoyo del 24 % de la sociedad.
Temer, quien asistió a un acto público poco después del fin de la votación, consideró el resultado como una “victoria extraordinaria” y, aunque sea en forma velada, admitió el carácter impopular de la propuesta.
RECHAZO
Miles de brasileños tomaron de nuevo las calles en ciudades de al menos 13 de los 27 estados del país para protestar contra la medida que restringe el gasto público aprobada hoy en el Senado, en una jornada en que también mostraron su hartazgo por los casos de corrupción desvelados recientemente.
A pesar de que la jornada de protestas fue convocada por movimientos sindicales y sociales para expresar su descontento por el duro ajuste fiscal promovido por el Gobierno del presidente Michel Temer, las concentraciones canalizaron la crispación de la población por un sistema político salpicado a cada semana de nuevos escándalos de corrupción.
Los manifestantes expresaron su rechazo a la enmienda constitucional aprobada en la Cámara alta.
Su reclamo principal es que esa medida, con la que el Ejecutivo de Temer pretende equilibrar las cuentas públicas de la débil economía brasileña, supone un recorte en los presupuestos de áreas sensibles como educación, sanidad o atención a la población más desfavorecida.
Desde primera hora de la mañana, San Pablo, la mayor ciudad de Brasil, albergó varias manifestaciones, pere las marchas más nutridas tuvieron lugar por la tarde.
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