Vuelve a la escuela la nena trasplantada
| 21 de Marzo de 2016 | 02:27

A Juanita Seoane, la nena de 13 años que conmovió a la Ciudad con su lucha contra una miocardiopatía aguda dilatada, su nuevo corazón le late a mil. Y con él, ya anda por todos lados. Hoy, por lo pronto, ya la esperan en el Colegio del Sol, de 508 entre 25 y 26, para empezar sus clases del tercer año.
Claro que Juani no perdió el tiempo durante las semanas que no pudo ir a la escuela, porque corre con la ventaja de que su hermana Pilar es alumna del mismo curso, y hace ya días que hace todos los deberes a la par de su hermana.
“Hoy va a ir un ratito, ella cursa de 13 a 18,30, pero tal vez se quede en la Escuela solo un par de horas. Sus compañeras la están esperando con muchas ganas y va a ser un día agitado, así que los médicos dicen que hay que ir de a poco, por temor a que se canse. Pero en unos días ya va a cursar la jornada completa. Ella tiene muchas ganas”, contaba ayer Natalia, su mamá.
Mientras tanto, Juanita despierta adhesiones a donde quiera que vaya. El viernes pasado, pudo asistir a su primera fiesta de 15 después del trasplante. Con un vestido negro y de tacos, fue la sensación de la fiesta.
“La verdad es que no bailé -contaba ayer con timidez- porque las recomendaciones son que no me mueva mucho ni me agite. pero mis amigos estuvieron geniales, hasta me pusieron un cartel de recepción. A mi me dió verguenza, porque la fiesta no era para mí”.
Así, es todos los días. Un comerciante de City Bell, que siguió su historia por los medios y a través de la página de Facebook que se había armado con la consigna “Un corazón para Juanita”, invitó a Juana, sus hermanas y su mamá a cenar a su restaurante. Y otra vez fue una revolución, fotos con los cocineros, mozos y comensales.
“Por ahora los médicos me dicen que no coma verduras crudas ni frutas, y todo sin sal”.
“Me gusta comer y puedo comer de todo -contó ayer- por ahora los médicos me dicen que no coma verduras crudas ni frutas, y todo lo demás sin sal”.
De buen apetito, Juani se despachó con una bondiola asada, milhoja de papas y, de postre, un brownie con helado, acompañado con una gaseosa de naranja.
LOS CONTROLES
Después de tanta lucha y esfuerzo, de una enfermedad que la persiguió desde los dos años, de una internación prolongada y de una intervención quirúrgica compleja como lo es un trasplante de corazón, Juanita luce hoy una recuperación increíble, pero muy atenta a los controles.
“Sus compañeras la están esperando con muchas ganas y va a ser un día agitado, así que los médicos dicen que hay que ir de a poco, por temor a que se canse”.
“Todas las semanas tiene un control exhaustivo en la Fundación Favaloro, y hasta ahora todos los estudios por suerte le han salido muy bien. El jueves le hicieron una biopsia por el tema del rechazo, y también respondió muy bien”, describió su mamá.
Por lo demás, la vida de esta nena platense que hoy volverá a la escuela con su corazón nuevo, transcurre con absoluta normalidad, como si nada le hubiera pasado, demostrando con su ejemplo todo lo que significa una donación de órganos. Nada más y nada menos que una vida plena.
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