“Estoy preocupado”, dijo el escribano clave en el armado de sociedades K
| 11 de Abril de 2016 | 01:54

La justicia culminó ayer un allanamiento a una escribanía de Río Gallegos con la cual el empresario Lázaro Báez, detenido hace cinco días, trabaja desde el 2004 en busca de documentación para la causa que lo investiga por presunto lavado de dinero y que puede complicar a la ex presidenta Cristina Fernández.
Los allanamientos fueron ordenados por el juez federal Sebastián Casanello quien, según fuentes vinculadas a la pesquisa, recibirá hoy en su despacho de los tribunales de Retiro la documentación recabada en el sur y otro material de un operativo en una empresa de Chaco.
En medio del secreto de sumario que impuso Casanello en la causa tras la maratónica declaración del viernes del gestor financiero Leonardo Fariña, quien además como imputado pidió ser reconocido en el sistema de protección judicial, otro de los investigados en el caso por lavado, Martín Báez, admitió en las últimas horas que estaba “disponible” para ir a declarar si lo cita el juez.
Desde Río Gallegos, donde debieron trabajar durante más de doce horas gendarmes nacionales viajaban hoy a Buenos Aires para entregar al juez Casanello el material que recolectaron en la escribanía de Leandro Albornoz, ubicada en la calle Zapiola 184.
Los gendarmes esperaron cinco horas hasta poder ingresar, a las 23.40 del sábado, al estudio para concretar el allanamiento y llevarse varias cajas con documentación y una notebook.
La escribanía está vinculada a las sociedades que Báez comparte con los ex presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández, dijeron fuentes vinculadas a la investigación. El escribano Albornoz, a su vez, dijo ayer que trabajaba con Báez “desde el 2004” y defendió la inocencia de su cliente hasta que la justicia “demuestre lo contrario”.
El escribano santacruceño expresó que actuó bajo la ley.
Al salir ayer a la mañana de su oficina en Río Gallegos, que fue allanada por Gendarmería, Albornoz destacó la inocencia de su cliente hasta que la justicia “demuestre lo contrario”.
Sobre el vínculo que lo une al empresario, dijo que: “Es cliente mío desde 2004”.
Consultado sobre si las operaciones realizadas por él se encuentran bajo la ley afirmó: “Si, por supuesto. Tengo una responsabilidad profesional, más como escribano”.
preocupado
Por último, manifestó estar “preocupado” porque lleva “una vida tranquila y familiar” y ahora, con la causa por lavado que involucra a Báez, “el nombre y el prestigio profesional de uno se menciona a cada momento”.
Albornoz lamentó que se lo nombre “a veces injustificadamente y con algunas cuestiones que a mi no me gustan, como por ejemplo que supuestamente había un secreto de sumario” dictado en la causa.
En tanto, Martín Báez, hijo del empresario detenido aseguró que su “abogado se encarga de todo”. Pero, admitió: “Si me llaman (a declarar), estoy disponible”.
Ante ello, el diputado nacional de Coalición Cívica Fernando Sánchez consideró que éste “podría ser el principio del fin de impunidad” y aventuró que “no pueden sorprender que haya procesamientos”.
A su vez, la diputada del GEN Margarita Stolbizer insistió con que hay “elementos para la imputación” de Cristina Fernández y señaló que “están en la causa Hotesur y Los Sauces donde está muy comprobado el retorno del dinero que hacía Báez con el alquiler de inmuebles y hoteles”. Stolbizer dijo que las investigaciones habían “avanzado sobre cómo Báez se hacía de dinero ilícito que era de obras públicas”.
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