Brutal asalto a un periodista en su departamento de barrio Norte

De madrugada, tres hombres lo redujeron a golpes y ataron con corbatas. Robaron dinero y otros objetos

“Como a veces sueño feo, abría y cerraba los ojos para despertarme, para salir de esa pesadilla, pero no; era real. Los tipos estaban ahí”. Así transcurrieron los primeros segundos del dramático asalto que sufrió en su departamento del barrio Norte el periodista de este diario Hipólito Pico Sanzone, después de que tres ladrones lo atacaron a golpes para robarle plata y elementos de electrónica.

Sucedió alrededor de las 3.30 de la mañana en el segundo piso del edificio situado en 35 entre 4 y 5, donde dormía Pico Sanzone. “Por suerte estaba solo”, explicó, “mis hijas no estaban”. Un viento frío lo despertó sin despabilarlo del todo, justo antes de que lo encegueciera la luz de una linterna que le apuntaron a los ojos. Enseguida, tres hombres le cayeron encima, golpeándolo sin darle tregua.

“Uno me decía ‘te voy a matar a trompadas’”, recordó el periodista, quien al caer en la cuenta de que no era un mal sueño trató de entender por qué tanta saña. Imaginó que podía estar vinculado con su trabajo, lo que descartó al advertir que los intrusos no hacían otra cosa que pedirle plata.

Aunque eso lo tranquilizó, lo inquietaba que no se contentaran con lo que tenía: 7.000 pesos.

Después de acertarle unos cuantos golpes, atarlo de pies y manos con corbatas y amordazarlo, los ladrones lo trasladaron hasta el living, donde lo tiraron sobre un acolchado y le taparon con ropas la cara, para preservar las suyas.

Eso también impidió que el periodista pudiera ver si tenían armas. De lo que está seguro es de haber recibido un tremendo golpe en la nariz con un objeto contundente, probablemente la linterna.

Mientras él permanecía inmóvil, los asaltantes revisaron el lugar cuidándose de no encender algunas luces, para evitar que alguien notara movimientos raros desde la calle o un departamento vecino.

Pico Sanzone no puede calcular con precisión cuánto duró aquello, pero estima que no fueron más que “diez minutos que parecieron horas”.

Los delincuentes tomaron el efectivo, dos televisores y una computadora, que se llevaron escapándose por el mismo sitio por el que entraron: la puerta del balcón que da a la calle.

El último en irse le ordenó al periodista que esperara 10 minutos antes de pedir ayuda. Apenas escuchó el silencio, Pico Sanzone zafó de las ataduras y pidió ayuda con el teléfono celular que estaba en la cocina y los asaltantes no vieron. El periodista se asomó por el balcón, pero no vio nada. Si se fueron en un auto u otro vehículo, no escuchó el motor. Por eso supone que lo dejaron en la esquina.

Después de llamar al 911 y contarles a los policías lo que acababa de vivir, la víctima fue a la comisaría Segunda para radicar la denuncia y al hospital Español para recibir asistencia y evaluar las consecuencias de los golpes.

“crei que me mataban”

Horas después, un poco más tranquilo, el periodista admitió que en los primeros segundos entró “en pánico”, porque “creí que me mataban”. Una vez que “se dieron cuenta de que no les mentía, agarraron la plata y se fueron”.

Después de confirmar que nunca antes “viví algo parecido”, Pico Sanzone confiesa que no sabe cómo hará para volver a dormir tranquilo en su propia casa.

En ese departamento trabajaron ayer los peritos de Policía Científica en busca de rastros o huellas que ayuden a identificar a los responsables del robo, de quienes, por ahora, casi nada se sabe. También tratan de localizar cámaras de seguridad en las inmediaciones.

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