Nuevas tecnologías: cómo vivir con chicos hiperconectados y no fracasar en el intento
| 17 de Julio de 2016 | 02:01

Marina ya no sabe qué hacer para que su hijo Ciro, de apenas 7 años, prefiera un poco de aire libre antes que vivir con los ojos pegados a la tablet. “Con la tele no le pasa tanto -cuenta la mamá-, pero con las pantallitas de la tablet o del celu se queda como hipnotizado”. No muy distinto es lo que cuenta Ariel, papá de Dante (9 años) y quien no deja de sorprenderse por la facilidad con que su pequeño se maneja ante las nuevas tecnologías. Lo mismo dice Erica, mamá de una nena de 10 años a la que todos en casa le consultan por las cuestiones de la compu. Y todos, sean más o menos permisivos, están atravesados por la misma preocupación: cómo hacer para convivir con sus pequeños hijos hiperconectados sin dejar de ponerles límites. ¿Se puede?
estar, siempre estar
En tiempos donde los nenes aprenden sus primeras palabras casi al mismo tiempo que saben identificar los movimientos básicos que se necesitan para encender una tablet o activar un video en un celular, las preguntas que se hacen muchos padres resuenan como gritos desesperados en medio de la jungla digital. ¿Es bueno que manejen un celular aunque estén todavía en la escuela primaria? ¿Les tengo que restringir la tablet aunque sepan usarla? Roxana Morduchowizc, especialista en cultura juvenil y autora de “Los chicos y las pantallas”, toma algunas de estas preguntas y reflexiona: “Lo importante es que un chico tenga su celular cuando tenga una necesidad de comunicación -opina-, es decir, cuando empiece a moverse en ámbitos al margen del control de sus padres. Si a los 10 empieza ir a la escuela en colectivo, será esa la edad en la que incorpore un teléfono móvil. Lo importante siempre es dialogar con el chico acerca de lo que ve en la pantalla. Pedirle que cuente lo que vio, lo que sintió, etcétera, para promover la alternancia entre la capacidad visual y la narrativa”.
Un trabajo difundido en los últimos días por la ONG Chicos.net reveló que el 76% de los padres y madres de Argentina están preocupados por los riesgos que corren sus hijos a la hora de navegar. El desconocimiento de los adultos frente a los chicos educados en la era digital explica el miedo de los padres, quienes deben ser aliados para que la experiencia online logre ser placentera, segura y enriquecedora, asegura el estudio realizado por la organización.
“Las niñas y niños necesitan adultos presentes, que los habiliten y los acompañen en experiencias creativas, sanas, desafiantes y sin riesgos”, afirmó Marcela Czarny, directora de la entidad que trabaja por un uso seguro y responsable de la tecnología. La profesional sostuvo que los chicos “necesitan padres que sigan siendo padres, aún si no tienen tanta habilidad como ellos para usar el celular, la tableta o la computadora”.
Para Erica Cavallini, mamá de una nena de 10 años, “en vez de preocuparnos es recomendable y mucho más productivo ocuparnos de estar presentes y guiando a nuestros niños cuando usan tecnología”.
Eso es, precisamente, lo que sugiere la investigación, porque cuando se confunde el acompañamiento y la intervención de los adultos con un control invasivo, sostienen los expertos, “se impide el empoderamiento paulatino a los niños y el fortalecimiento de los criterios de cuidado”.
Para los nenes, indicó el informe, “no se trata de dos instancias, una online y otra offline, sino que se trata de la vida misma, por eso lo que los protege en un ámbito, los protege en el otro”.
Cavallini también propuso “establecer pautas saludables de uso de las tecnología, que inclusive podemos crear conjuntamente con los niños”. Mamá y profesional -dirige la empresa Mujer Íntegra-, Erica confía en que eso permita “el desarrollo de pensamiento crítico de nuestros niños y jóvenes tendientes a lograr una paulatina autonomía que les permita tomar decisiones sabias y saludables para sí y para los demás cuando lo necesiten”.
Según el análisis de Chicos.net, “cuando la intermediación de padres y otros actores sociales como escuela y Estado está mediando la relación de niños y preadolescentes con la tecnología, estos últimos se forman como personas creativas, sociales, conectadas e integradas”.
El aporte de la ONG llega a la par de un estudio de Unicef presentado el mes pasado que alertaba que el 80% de los niños sufrió algún tipo de maltrato mientras navegaba por internet. Según Unicef, el promedio del primer ingreso a la web es a los 11 años, una edad que está en descenso y varía según el nivel socioeconómico de las familias, donde los de más ingresos lo hacen a los 7.
Otro dato que aportó la pesquisa es que el celular es el dispositivo más utilizado para navegar por la web, frente a la computadora de escritorio y la notebook que los adolescentes usan cada vez menos y para objetivos puntuales como resolver una tarea escolar.
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