Viajar a donde las ofertas nos lleven: una tendencia que crece
| 15 de Agosto de 2016 | 02:42

Walter Garcerón, ingeniero y arquitecto naval, tenía planeado visitar Berlín y Venecia. Como acostumbra a hacer antes de cada viaje, investigó en internet de qué manera podría conseguir mejores precios. Descubrió que desde San Pablo a Berlín el vuelo costaba un 50% menos que lo que le costaría partiendo desde Ezeiza. Y que para llegar a la ciudad brasilera podía usar las millas acumuladas: tenías muchas más que las 24.000 que en ese momento necesitaba.
“Brasil tiene una estructura montada para gente que viaja seguido y como con la crisis muchos dejaron de hacerlo, ahora se consiguen promociones y muy buenos precios. Un viaje de 1.100 dólares se puede conseguir a 600”, dice el ingeniero.
“Brasil tiene una estructura montada para gente que viaja seguido y como con la crisis muchos dejaron de hacerlo, ahora se consiguen promociones y muy buenos precios”
En otra oportunidad, Walter decidió conocer Ucrania sólo porque se enteró (a través de una alerta que recibió) que, en comparación con otros destinos, era barato el vuelo. El mismo motivo lo impulsó a pasar unos días en la República de Malta: “Tenía que ir de Grecia a Italia. Como era barato pasar por Malta, aproveché y me quedé unos días”, cuenta.
Cada vez son más los que se dejan tentar por las ofertas de vuelos y organizan su viaje en función de las promociones. De modo que el destino queda sujeto a paquetes y descuentos.
Si bien el fenómeno de moverse según los precios no es nuevo, creció mucho a partir de las aplicaciones que envían alertas para informar vuelos baratos o las páginas de internet que permiten comparar precios y leer comentarios y recomendaciones de viajeros.
María Elena Vela, que es investigadora científica, cuenta que para elegir hospedaje busca promociones en páginas como Trivago, Booking o Despegar. “Además, cada vez que prendo la computadora me mandan alertas de aéreos con descuentos”, dice, y lamenta: “Sin embargo no siempre es fácil aprovecharlos porque muchas veces suponen maniobras complicadas, como salir desde otro país o viajes con muchas escalas”.
Paises en crisis, destinos baratos
Los países en crisis, como Venezuela, o que han sido recientes víctimas de atentados (como Estambul o París, en su momento) se convierten en un destino tentador para los viajeros que persiguen descuentos. “Se pueden conseguir vuelos baratos y después ordenar el viaje en función de ese destino inicial”, dice María Elena.
Walter, por su parte, advierte que destinos con crisis como la de Venezuela suelen resultar más incómodos, ya que antes de partir se vuelve necesario cerciorarse de los costos del hospedaje y el modo más conveniente para pagar, entre otras cuestiones que demandan más análisis previo al viaje.
En cuanto a las comidas, una de las estrategias para gastar menos que implementan algunos viajeros consiste en buscar hoteles con desayuno, rebuscárselas al mediodía para comer barato y, después sí, una buena cena. En cuanto a la elección de restoranes: descartan los turísticos y, en cambio, piden recomendación de un lugar a algún local.
“También es importante llevar el carnet universitario (ya sea como alumno o como docente) para conseguir descuentos en viajes y museos”, recomienda Walter, que viaja, al menos, dos veces al año.
Hablar con locales, pedir recomendaciones, visitar las páginas de viajeros y buscar promociones parecerían ser las claves para gastar lo absolutamente necesario.
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