Sigue la ola de violencia en las cárceles de Brasil
| 18 de Enero de 2017 | 03:07

La cárcel brasileña donde murieron 26 presos el fin de semana registró ayer un nuevo motín y algunos presos intentaron invadir un pabellón donde se encuentran internos de una facción rival, a pesar de que las autoridades habían informado que tenían el “control” de la situación. Los prisioneros montaron una barricada en uno de los patios de la Penitenciaria Estatal de Alcaçuz, en Nisia Floresta, ciudad de la región metropolitana de Natal, capital del estado de Río Grande do Norte, y se desplazaron libremente por el interior del penal. Un grupo intentó irrumpir con palos y piedras en un ala de la cárcel donde hay presos rivales y la Policía lanzó bombas de estruendo para contener el enfrentamiento, mientras que se escucharon varios disparos.
Según mostraron las cámaras de televisión, varios presos resultaron heridos y fueron trasladados por otros reos en una carreta, con el fin de buscar ayuda médica. Los internos también volvieron subirse al tejado del complejo penitenciario, donde se vivieron momentos de tensión desde el sábado, cuando fueron brutalmente asesinados 26 presos, la mayoría del grupo criminal Sindicato do Crime de Río Grande do Norte (SDC). El gobernador de Río Grande do Norte, Robinson Faria, confirmó que esa matanza fue una venganza del Primer Comando de la Capital (PCC) después de que integrantes de la facción fueran reprimidos el pasado 1 de enero en una cárcel de la ciudad amazónica de Manaos, en la que fallecieron 56 detenidos.
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