Once años de prisión por el brutal ataque a un motociclista en el centro de Berisso
Edición Impresa | 16 de Noviembre de 2017 | 02:26

La madre de la víctima asistió a la lectura del veredicto , que se dio a conocer ayer por secretaría, en el Tribunal Oral en lo Criminal II de La Plata. Se abrazó con la fiscal de Juicio Helena de La Cruz. Le dio las gracias por su actuación. Luego se conoció la resolución final: once años de prisión para Walter Hoggan y Braian Williman por tentativa de homicidio simple, en perjuicio de Matías Chazarreta, el joven de 24 años, que el 25 de diciembre de 2014 fue atacado por una patota en Berisso, que lo mantuvo al borde de la muerte y lo dejó en silla de ruedas.
La madre del joven brutalmente atacado a trompadas y patadas lloró y dijo estar conforme con el fallo, pese a no prosperar el pedido de pena de 18 años que hizo la fiscal por homicidio agravado por alevosía y ensañamiento.
Sobre ese encuadre legal, el Tribunal -integrado por los jueces Silvia Hoerr, Liliana Torrisi y Claudio Bernard- aplicó el principio jurídico que reza ”en caso de duda debe estarse a favor el imputado”, con respecto al encuadre mantenido por la acusación, y condenó a los procesados por tentativa de homicidio simple.
En su voto, que contó con la adhesión de sus colegas del Tribunal, el doctor Bernard advirtió sobre los peligros de “la nocturnidad como ámbito facilitador de las conductas que se reprochan (en este juicio), sumado a la conmemoración de las fiestas navideñas”.
“Las drogas y el alcohol es un cóctel a veces mortal, favorecen el acaecimiento de rencillas, peleas y grescas callejeras, también destrozos y descontrol”, dijo el magistrado en el fallo.
También destacó que “en algunos casos colocan a las víctimas de una agresión en un mayor estado de indefensión que impide la reacción ante un ataque artero en que varios acometen contra ella para castigarlo o quitarle sus pertenencias o acabar con su vida”.
“Somos -agregó- habituales testigos o lectores de noticias sobre hechos de violencia que se producen antes, después de la apertura y luego del cierre de los locales de diversión nocturna”.
En ese sentido recalcó que “asistimos a la instauración de excesos como regla . Así se neutralizan las `previas´ (reuniones en las que se bebe alcohol antes de concurrir a fiestas)”.
En es este caso “los brindis en exceso -narrados por la mayoría de los testigos- fueron determinantes de la violencias excesiva desplegada”, precisó el juez.
También señaló que “es tarea del juez, en uso e las leyes y de la lógica, de la observación y de la experiencia determinar cuando un evento es resorte exclusivo del consumo de alguna sustancia o cuando solo es un aditamento más que no funciona como agente determinante del mismo. Y en ese orden de ideas es que a pesar del alcohol, los movimientos de los involucrados fueron dinámicos, no observando retardos en su accionar, ni tampoco ninguna incordinación motora propia de los estados alcohólicos”.
Además sostuvo que “luego del golpe recibido, la víctima cayó pesadamente al pavimento siendo agredida en zonas vitales de su cuerpo, presentando politraumatismos, fractura de cráneo, edema cerebral , neumomediastino enfisema prelaringeo y broncoaspiración”.
Bernard aseguró que hubo aquí intención de matar, un golpe certero que lo tiró de la motocicleta, cuando iba por el centro de Berisso, Montevideo y 18, y de inmediato una brutal golpiza que no siguió y le provocó la muerte por el rápido accionar de la Policía.
En el fallo, los jueces dispusieron que avance la investigación sobre otras cinco personas que fueron identificadas en el juicio -algunas declararon en este debate- como posibles partícipes del ataque que sufrió Chazarreta, quien narró ante los jueces, con voz pausada, al borde del llanto, sentado en su silla de ruedas, cómo fue atacado por una patota en Berisso, que lo mantiene hoy con severas secuelas.
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