Las víctimas de Manhattan, un grupo muy unido que no dejó de verse en 30 años

Los 10 argentinos involucrados en la tragedia conformaban una sólida camada, y varios de ellos seguían ligados en lo laboral y profesional. El perfil de los fallecidos y de los que sobrevivieron

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Los diez argentinos que se vieron involucrados en el atentado del martes con una camioneta en la isla de Manhattan de Nueva York, no sólo compartieron el colegio secundario en Rosario hace 30 años sino que, en algunos casos, continuaron ligados en su vida profesional y laboral.

Cinco de ellos son arquitectos y dos fundaron juntos un estudio de esa disciplina, mientras que uno de los sobrevivientes es empleador de una de las víctimas fatales.

Jorge Nidd, ex compañero de las víctimas en el Instituto Superior Politécnico de Rosario, recordó ayer que “nosotros tenemos un grupo muy compacto, muy lindo, en el que compartimos muchas cosas, uno de esos grupos que consolidan vínculos muy fuertes. Aquella promoción 1987 del colegio, dependiente de la Universidad de Rosario, estaba integrada por 36 alumnos”.

“Cada dos años, todos se reúnen a cenar para recordar el paso por la secundaria”, contó Nidd, y aclaró que dentro de ellos existía un “subgrupo” de mayor vínculo, integrado por los que viajaron a Nueva York a celebrar las tres décadas de graduados.

Uno de ellos era Alejandro Pagnucco, muerto el martes en Manhattan, quien se recibió de arquitecto en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) tras su paso por el Politécnico, se casó y tuvo tres hijos.

Trabajaba como ejecutivo de cuentas en la firma Femaco, que comercializa por mayor y menor materiales de construcción.

La empresa forma parte del Grupo Brayco, de la ciudad santafesina de San Lorenzo, cuyo presidente es otro de los involucrados en el atentado, Iván Brajkovic, que logró sobrevivir.

Brajkovic es ingeniero y preside el grupo que al fundarse, en 1953, llevaba el apellido de su familia y luego derivó en Brayco.

La empresa, que realiza obras civiles, alquila equipos y maquinaria y comercializa productos de la construcción, y realizó obras públicas de envergadura como el Acueducto Norte y la Central Termoeléctrica de la localidad de Timbúes.

Justamente ayer, la compañía emitió un comunicado en el que señala que aprecia “enormemente todas las muestras de cariño recibidas”, y agradece “el respeto y la privacidad hacia los miembros de la familia”.

Ariel Erlij, otro de los fallecidos, era titular de la empresa metalúrgica Ivanara, radicada en el parque industrial de la localidad santafesina de Pérez, lindera con Rosario.

Hincha de Rosario Central, estaba casado y tenía tres hijos, y fue uno de los mentores del viaje, al punto que pagó los pasajes de algunos de los compañeros que no podían solventarlo.

El diputado nacional José Núñez, amigo de Erlij, lo recordó ayer como “una persona espectacular, con una generosidad y una gran visión de los negocios”.

Núñez consideró que la muerte de Erlij constituye “una pérdida enorme para la ciudad y para el país, porque era un empresario que permanentemente estaba haciendo inversiones y pensando en cosas nuevas”.

Hernán Mendoza, otro de los fallecidos, era arquitecto y socio fundador del estudio de arquitectura “Amascuatro”, ubicado en Rosario, junto con Ariel Benvenuto, otro de los sobrevivientes del ataque.

Mendoza jugó en las inferiores del club de rugby rosarino Duendes, con el que fue campeón de la Unión Rosarina de Rugby (URR) en la categoría juvenil menores de 19 años en 1989, y del torneo nacional Veco Villegas, del mismo año.

Después de finalizada su carrera como jugador, continuó en el club como entrenador de juveniles e infantiles, hasta el año pasado.

Benvenuto, que resultó ileso en el atentado, también es socio fundador del estudio de arquitectura “Amascuatro”, donde desarrolla su tarea profesional.

Hernán Ferruchi, también fallecido, se recibió de arquitecto en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) tras graduarse en el Instituto Politécnico.

Entre sus logros profesionales se encuentran el haber sido uno de los autores del proyecto de Condominios el Alto en Puerto Norte de Rosario, una de las zonas residenciales donde se construyen inmuebles de alta categoría a orillas del río Paraná, y tiene una hija que actualmente cursa segundo año en el mismo colegio que él estudió.

Diego Angelini -otra de las víctimas fatales- también compartía con sus amigos la pasión por la arquitectura y tenía su propio estudio en la zona céntrica de Rosario. Tenía tres hijos que concurren al colegio Edmondo De Amicis.

El otro graduado de la promoción ‘87 del Instituto Politécnico que viajó a Nueva York y resultó ileso es Juan Pablo Trevisan, sobre el que no se suministraron datos oficiales, mientras que Martín Marro, otro de los amigos que participó del viaje para recordar los 30 años de graduación, es licenciado en Biotecnología egresado de la Universidad Nacional de Rosario.

Marro reside en Boston, por lo que se unió al grupo en Estados Unidos. Trabaja como investigador senior para la industria farmacéutica Novartis en ese país, y resultó herido en el ataque, y ayer se encontraba internado fuera de peligro en el hospital presbiteriano de Nueva York.

El décimo integrante del grupo es otro ex compañero residente en Nueva York, Guillermo Banchini, quien no participó en el paseo de ayer y por lo tanto no corrió peligro.

Según trascendió ayer en el colegio, los egresados de la promoción 1987 tenían pensado reunirse antes de fin de año con aquellos que no habían podido viajar a Estados Unidos.

EL RECUERDO DE SUS PROFESORES

En tanto, profesores del Instituto Politécnico Superior de Rosario, donde estudiaron los fallecidos en el atentado en Nueva York, recordaron ayer a sus ex alumnos y admitieron las dificultades que afrontará la comunidad educativa a partir del hecho.

“Es un día muy triste desde la comunidad educativa, y en lo personal la tristeza se ahonda más porque compartí el aula con ellos y tengo un grato recuerdo de ese curso”, aseguró Bibiana Vignaduzzo.

La docente dictó clases de Física en el Politécnico “General San Martín” de Rosario, al curso de las víctimas del ataque ocurrido en el sur de Manhattan.

La profesora destacó a aquel curso como “un grupo muy unido, al punto de que en 30 años nunca dejaron de verse y tener un buen ambiente entre ellos”.

Vignaduzzo reveló que una de sus actuales alumnas es hija de una de las víctimas, y que al ir ayer al complejo educativo encontró a los niños “muy consternados”.

“Tenemos la bandera a media asta. Esta mañana convocamos a todos en el patio, la directora dijo unas palabras y luego adherimos al minuto de silencio”, sostuvo la docente.

En tanto, Ricardo Berlot, profesor de Informática en 1984, cuando los jóvenes fallecidos asistían al Politécnico, detalló que se enteró del ataque por un mensaje de texto que desestimó al principio, y luego corroboró al ver las noticias.

“Me enteré esta mañana (por ayer); miré el teléfono y había un mensaje de Whatsapp hablando de la situación. Al principio pensé que era una broma de mal gusto, pero miré los medios y no era una broma”, lamentó.

 

Los cinco amigos fallecidos

Cinco miembros de este grupo de amigos argentinos murieron en la tragedia de Nueva York. Las víctimas fatales son Hernán Mendoza (izquierda), Alejandro Damián Pagnucco (2º desde la izquierda), Ariel Erlij (3º desde la izquierda), Diego Enrique Angelini (2º desde la derecha) y Hernán Ferruchi (3º desde la derecha).

Ariel Erlij
Empresario

Estaba casado y tenía tres hijos. Fue uno de los mentores del viaje y pagó los pasajes de dos de los compañeros que no podían solventarlo.

Hernán Ferruchi
Arquitecto

Tiene una hija que actualmente cursa segundo año en el mismo colegio que él estudió junto a sus amigos que viajaron a Nueva York. Fue uno de los autores del proyecto de “Condominios el Alto” en Puerto Norte de Rosario.

Alejo Pagnucco
Arquitecto

Casado y padre de tres hijos. Trabajaba como ejecutivo de cuentas en la firma Femaco, que comercializa por mayor y menor materiales de construcción.

Diego Angelini
Arquitecto

Padre de tres hijos, compartía con sus amigos la pasión por la arquitectura, y tenía su propio estudio profesional en la zona céntrica de Rosario.

Hernán Mendoza
Arquitecto

Jugó en las inferiores del club de rugby rosarino Duendes, con el que fue campeón de la Unión Rosarina de Rugby (URR).

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