Justo cuando se esperaba otro zarpazo, mostró más dudas que certezas

Otra vez las fragildades defensivas quedaron expuestas. El problema es que el rival de anoche fue muy limitado

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Era la hora de ganar. Era la hora de ratificar que todo lo bueno de la semana pasada era una realidad. Era la hora de volver a dar dar un paso para adelante. No fue así. Gimnasia perdió 2-0 contra Chacarita y otra vez todos los fantasmas se dieron una vuelta, justo en la cancha del Funebrero.

El equipo de Mariano Soso tuvo momentos de lucidez, sobre todo en el primer tiempo. Nadie podrá decir que no tuvo ambición para salir a ganar o que fue hasta San Martín para ver qué pasaba. Desde el planteo y desde la idea madre, buscó quedarse con los tres puntos.

Tuvo un par de chances como para meterse en partido y sacar una diferencia que hubiese sido determinante a la hora de analizar el partido. Malas decisiones, la solidez de Federico Rosso y la buena actuación del arquero Fernández le impidieron gritar un gol.

Entonces lo que había errado (no fue mucho, pero más que su rival) lo pagó carísimo. Otra vez una pelotas parada en defensa terminó en gol. Un centro preciso desde la izquierda, con rosca y al corazón del área, provocó algunas dudas en Alexis Martín Arias y toda la distracción en Omar Alderete, que perdió su marca. Gol a falta de cuatro minutos para el cierre que dolió.

Pero mucho más dolió la contra que encabezó y terminó en gol Mauro Matos. Llevó la pelota por la derecha, enganchó hacia el medio y fusiló al arquero, aprovechando la floja marca de Alderete y Manuel Guanini. Iban apenas dos minutos.

Ya nunca más Gimnasia pudo meterse en partido. Intentó llevar al descuento pero con una fragilidad preocupante. Ni rebeldía mostró al ser superado. Paso en falso, justo cuando debía dar uno para adelante.

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