Gimnasia volvió a dar un paso hacia atrás ante un modesto Chacarita

Por WALTER EPISCOPO
COMENTARIO

Cuando parecía que Gimnasia había arrancado en la Superliga tras la goleada ante Vélez, ayer en San Martín volvió a retroceder. El equipo conducido por Mariano Soso cayó por 2-0 ante Chacarita, un rival modesto que supo aprovechar los errores del fondo tripero, y volvió a dejar un sabor amargo por su actuación.

El conjunto albiazul, a excepción de algunos breves tramos, careció de ideas para generar situaciones de juego y pagó muy caro las desatenciones en el fondo, especialmente en el segundo gol a los dos minutos del complemento, ya que con ese tanto el Funebrero se consolidó en el marcador.

En el primer tiempo al equipo albiazul le costó generar situaciones de riesgo y, las que tuvo, en su mayoría provinieron de errores de Chacarita en su salida. A pesar de tener la posesión de la pelota, que llegó en los primeros 45 minutos al 70 por ciento, nunca fue superior al equipo local.

En los primeros diez minutos el Lobo hizo circular la pelota con precisión pero en su campo, mientras que el Funebrero se mostró impreciso con la pelota y le duraba poco en su poder. De esta forma, hasta el primer cuarto de hora, los arqueros fueron espectadores de lujo del partido.

Con el correr de los minutos el equipo local fue ganando más protagonismo y generó más aproximaciones al arco custodiado por Alexis Martín Arias, mientras que el conjunto tripero salía con prolijidad del fondo pero sus ataques morían en tres cuartos de cancha.

LE PUEDE INTERESAR

“El equipo todavía necesita crecer”

LE PUEDE INTERESAR

“En el clásico podemos aliviar el dolor que nos quedó en el alma”

Las primeras chance con cierto riesgo para los de Soso se produjeron pasados los 20, primero con con un remate de Lorenzo Farevelli entrando en soledad en el corazón del área que terminó en el córner y, luego, con un tiro libre que Brahian Alemán lanzó abajo al palo izquierdo de Pablo Fernández, quién reaccionó rápido y la despejó hacia un costado. A partir de dichas jugadas Gimnasia creció en ataque y, aprovechando algunos errores del equipo conducido por Walter Coyette cuando salía desde el fondo, siguió inquietando al arquero local.

Pero el protagonismo en ofensiva le duró poco al Lobo y, llegados los 30 minutos, perdió generación de juego. “Pedila y jugá”, le gritó Soso a Alemán, en una clara evidencia que desde el banco de suplentes veían que su equipo se estaba desinflando con la pelota en su poder.

Para colmo de Gimnasia, y cuando parecía que el primer tiempo terminaba 0-0, Chacarita abrió el marcador: a los 41, Juan Manuel Imbert lanzó un córner desde la izquierda a la cabeza de Federico Rosso, quién apareció sin marca entrando al área chica y puso el 1-0 con un frentazo letal del que Arias poco pudo hacer. La gran falla en dicha jugada fue de Omar Alderete, quién perdió la marca del defensor funebrero y le dejó servido el tanto inaugural al local.

Sin tiempo para mucho más, Gimnasia se fue al descanso con un gol abajo y algunas dudas en la generación del juego a pesar de ser el dueño del dominio de la pelota.

BALDAZO DE AGUA FRÍA EN EL COMIENZO DEL COMPLEMENTO

Si Gimnasia no había tenido una buena producción en el primer tiempo, en el comienzo del segundo directamente su performance fue mala. Porque luego de un aviso de Imbert al minuto, en la jugada siguiente Mauro Matos la controló en la puerta del área, se tomó un tiempo y sacó un potente remate al primer palo de Arias para poner el 2-0 para Chacarita y hacer cumplir la “Ley del Ex”.

Pero no fue sólo el tanto, sino que el conjunto albiazul empezó a mostrarse impreciso con la pelota y dejando espacios en el fondo, algo que casi paga caro nuevamente minutos más tarde en una nueva llegada del local, que se agrandó tras el segundo tanto.

Ante este panorama, Gimnasia dejó de lado le excesiva tenencia en su campo y empezó a apostar por subidas más verticales, algo que de a poco le fue dando frutos. Además el Funebrero fue perdiendo la intensidad de los primeros minutos del complemento y le regaló campo y juego al Lobo.

De esta manera el Lobo tuvo una clara a través de Manuel Guanini a los 18 y, a los 26, generó su situación más nítida: el uruguayo Nicolás Dibble, de lo mejor que tuvo el equipo en un tarde noche no tan buena, se proyectó por la derecha y lanzó un centro a la cabeza de Alemán, quién de dicha vía estrelló el travesaño.

En los últimos minutos el Lobo tuvo algunas aproximaciones que pudieron convertirse en el descuento, pero no estuvo firme en los últimos metros y ya sobre el final se terminó desinflando en su vocación ofensiva.

La derrota vuelve a traer dolores de cabeza al mundo de Gimnasia, que la última semana había trabajado con tranquilidad tras la contundente victoria ante el Fortín. Mariano Soso tendrá quince días para trabajar, y tendrá que tener con máximo objetivo que sus dirigidos encuentren regularidad en su juego.