Junto al Fournier, las dos más grandes pérdidas de la historia en tiempos de paz
Edición Impresa | 1 de Diciembre de 2017 | 02:17

Con la desaparición del submarino San Juan el pasado 15 de noviembre, la Armada argentina enfrenta la segunda gran pérdida de su historia en tiempos de paz, 68 años después del hundimiento del rastreador Fournier, el 22 de septiembre de 1949, cuando navegaba por el estrecho de Magallanes, lo que causó la muerte de sus 77 tripulantes.
El impacto que se registró en el conjunto de la sociedad por entonces hizo que la denominación “Rastreador Fournier” se generalizase en diferentes lugares del país como Bahía Blanca, Garín, Villa Adelina, Vicente López, Munro, Santa Fe y otros más, como un homenaje póstumo a través de la toponimia y hasta en la misma Bahía Blanca como denominación de una empresa de transporte que posee cuatro líneas de colectivos.
La nave, de 59 metros de eslora, fue construida como un dragaminas en el astillero “Sánchez y Cía.” en el Partido de Tigre, donde fue botada el 5 de agosto de 1939, siendo incorporada a la Armada, por entonces Marina de Guerra, el 3 de octubre de 1940, y destinada a la Escuadrilla de Rastreo y Minado que tenía su asiento en la Base Naval de Puerto Belgrano, y designándose como su comandante al teniente de navío Ernesto del Mármol. La denominación del barco constituyó un homenaje al marino Cesare Fournier.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE