Estamos en un pozo del que nos cuesta salir
Edición Impresa | 2 de Diciembre de 2017 | 03:20

Osvaldo Nessi
osvaldonessi@gmail.com
La cantidad de víctimas en accidentes de tránsito indica una problemática que se mantiene desde hace mucho tiempo. La barrera de las cien muertes se pasó en 2014. Aunque hasta allí era un poco menos de ese nivel. Por eso nosotros, desde la Asociación Civil de Amor y Respeto al Prójimo, siempre apuntamos a la humanización del tránsito con un proyecto de docencia en la vía pública. Esto lo logramos en Punta Indio, donde se da un curso a quien saca la licencia de conducir y a quien la renueva. De esa manera, las personas pueden actualizarse en cuestiones tecnológicas y en los aspectos necesarios de la concientización.
Lo que buscamos, como lo señalan conceptos que son pilares de nuestra institución y para la humanización del tránsito -consagrada en la Ley 12.186 de la Provincia-, es conciencia, educación y respeto.
Hoy, estas ideas están caídas. Estamos en un pozo del que nos cuesta salir.
Conseguimos la primera ciudad sin víctimas, como es Punta Indio. Para avanzar en esa dirección, lo primero es conocer el código de tránsito, porque hay una ignorancia grave en temas fundamentales, como por ejemplo una senda peatonal o los tiempos de reacción y frenado.
En el proyecto de docencia en la vía pública también trabajamos con inspectores. Ellos deben enseñar que cometer una infracción se puede transformar en algo sin retorno para la vida. El inspector debe ser un docente más. Tiene que haber firmeza en la enseñanza y reconocimiento de esas cualidades para la transmisión de cuestiones básicas. No puede haber controles sin gente formada para tal fin.
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