Los independentistas catalanes piden dialogar con Rajoy para superar la crisis
Edición Impresa | 23 de Diciembre de 2017 | 01:44

BARCELONA
El destituido presidente catalán, Carles Puigdemont, pidió ayer al jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, que “rectifique” de forma urgente luego de haber revalidado su liderazgo secesionista en las elecciones regionales de Cataluña, y apeló una vez más a un “diálogo sin condiciones”.
“Demando y exijo que se nos respete. Somos el gobierno legítimo de Cataluña”, dijo Puigdemont en conferencia de prensa desde Bruselas, Bélgica, el día después de los inéditos comicios catalanes, que fueron convocados por Rajoy en el marco de su intervención en la región.
“MAÑANA PUEDO VOLVER”
“¿Va a respetar el gobierno español la democracia? Si es así, mañana mismo puedo volver”, añadió el líder secesionista, quien en caso de regresar a España sería arrestado y llevado ante la Justicia, que lo investiga por delitos de rebelión, sedición y malversación por haber intentado la secesión de Cataluña.
Por su parte, el jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, insistió en que dialogará sólo “dentro de la ley” con el gobierno que se constituya en Cataluña tras las elecciones previsiblemente formado por los partidos independentistas.
“El gobierno de España quiere ofrecer toda su colaboración y toda su mejor voluntad de diálogo constructivo, abierto y realista siempre dentro de la ley”, dijo Rajoy en una rueda de prensa en el palacio presidencial de La Moncloa, en Madrid.
“Sea cual sea, el gobierno resultante estará como todos los gobiernos sometidos al imperio de la ley”, añadió, luego de que el destituido presidente del gobierno de Cataluña, Carles Puigdemont, pidió desde Bruselas una reunión fuera de España para negociar sobre la situación en Cataluña.
Al ser preguntado sobre si considera un interlocutor “válido” al independentista, Rajoy se limitó a decir que hablará “con aquella persona que ejerza la presidencia” del gobierno catalán.
El jefe del Ejecutivo español dijo que está “abierto a normalizar la situación” en Cataluña pero insistió en que no aceptará que nadie “se salte la Constitución ni la ley”.
El partido “unionista” Ciudadanos ganó las elecciones en votos y escaños, pero los tres partidos que impulsan la independencia, con la candidatura Junts per Catalunya de Puigdemont a la cabeza, obtuvieron la mayoría parlamentaria.
“LA RECETA FRACASO”
“La receta de Rajoy fracasó. A más movilización de los catalanes, más votos a favor de la independencia”, subrayó Puigdemont, luego de unas elecciones con una participación récord del 82%.
¿Va a respetar el gobierno español la democracia? Si es así, mañana mismo puedo volver”
A pesar de ello, igual que en 2015, los independentistas lograron la mayoría parlamentaria con menos de la mitad de los votos, al obtener el 47 por ciento de los apoyos.
En ese contexto, el líder secesionista dijo que “hace falta una rectificación urgente” y que “el señor Rajoy tiene la oportunidad de ponerse del lado de las soluciones”.
“El reconocimiento de la realidad es indispensable para encontrar una solución”, dijo.
Puigemont reiteró también su demanda a la Unión Europea, que hasta ahora le dio la espalda a los secesionistas catalanes: “con una participación histórica nos hemos ganado el derecho a ser escuchados. No demando nada imposible”.
SIN SALIDA A LA VISTA
De esta forma, los partidos independentistas están en condiciones de recuperar el poder en Cataluña, frustrando el plan del presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, quien apostó por neutralizar por la vía electoral el grave conflicto de secesión, que fracturó a los catalanes y provocó la mayor crisis de la historia reciente de España.
Los comicios no despejaron la incertidumbre y los catalanes siguen atrapados en un callejón sin salida.
“No aceptaré que nadie se salte la Constitución ni la ley”, aseguró Rajoy.
El resultado de Cataluña, no obstante, supone un duro revés para el Ejecutivo español, que recientemente se vio obligado a rebajar sus previsiones de crecimiento como consecuencia de la crisis catalana y que ahora sufre una derrota que en el mediano plazo puede poner en riesgo su propia estabilidad.
Rajoy arriesgó todo a unas elecciones plebiscitarias que ganó Inés Arrimadas, la candidata del partido “unionista” Ciudadanos, tanto en votos como en escaños, pero a costa del hundimiento del Partido Popular y sin la fuerza suficiente para formar un gobierno alternativo a los secesionistas. (AP, EFE y TÉLAM)
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