Arrancan los alegatos por la tragedia en Magdalena
Edición Impresa | 4 de Diciembre de 2017 | 02:27

Los alegatos en el juicio a 17 agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) por la muerte de 33 presos durante un incendio ocurrido en 2005 en la cárcel de Magdalena comenzarán hoy en los tribunales de La Plata. Será en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) V, con los alegatos de la fiscalía y las querellas, mientras que el 19 y 20 de diciembre expondrán sus argumentos las defensas de los imputados, todos ellos en libertad.
El hecho que se ventila en el juicio, que arrancó el 17 de agosto último, sucedió en octubre de 2005, con un motín en el pabellón 16 de la Unidad Penal (UP) 28 de Magdalena.
Por eso ingresaron en dicho sector Reymundo Fernández (secretario del penal), Jorge Martí (encargado de turno), María del Rosario Roma (segunda jefa de guardia de seguridad exterior) y, de acuerdo a la acusación, dispararon balas de goma contra los reclusos amotinados.
Según la imputación, luego de ese episodio se produjo un incendio en el fondo del pabellón y los penitenciarios se replegaron y cerraron la puerta del mismo, lo cual no permitió la asistencia y rescate de los 33 presos allí alojados, quienes murieron por quemaduras y asfixia.
Además de los tres penitenciarios nombrados, también están acusados el por entonces director de la cárcel, Daniel Oscar Tejeda; y el ex jefe de seguridad exterior Cristian Alberto Núñez; ambos por el delito de “homicidio culposo agravado por la cantidad de víctimas”.
En tanto, Marti, Roma, Fernández, Marcelo Valdivieso, Juan Zacheo, Gualberto Molina, Juan Santamaría, Juan César Romano, Carlos Augusto Busto, Marcos Sánchez, Rubén Montes de Oca, Eduardo Villarreal, Maximiliano Morcella, Gonzalo Pérez y Mauricio Giannobile son juzgados por “abandono de persona seguido de muerte”.
Ante los jueces Carmen Palacio Arias, Ezequiel Medrano y María Isabel Martiarena declararon unos 400 testigos, entre ellos, dos sobrevivientes de la tragedia: Juan Domingo Blanco Recalde y Angel Eduardo Quintana Ramírez.
“No podía respirar, traté de concentrarme en no malgastar oxígeno pero pensé que no iba a salir vivo ya que se me estaban quemando las orejas, no por el fuego, sino por el calor”, declaró Blanco Recalde.
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