El paro y los piquetes hacen subir la temperatura política

Para el Gobierno, hay un intento de desestabilización. Del otro lado reclaman un cambio de rumbo

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El gobierno nacional insistió ayer con que el paro general convocado por la CGT para el 6 de abril “es político”, mientras desde el sindicalismo calificaron “absurdo” creer que hay un plan de desestabilización aunque avisaron que “si hay una salida anticipada” será porque “chocan la calesita los que tienen que manejar”, al tiempo que reclamaron de nuevo un cambio de rumbo en la política económica.

Lo cierto es que, frente al aumento también de los piquetes -a pesar de los acuerdos con organizaciones sociales-, se va calentando cada vez más el caldo político, en un año electoral clave, tanto para el Gobierno como para la oposición.

“RAZONES POLITICAS”

“No entiendo este momento para hacer un paro, creo que hay otras razones”, sugirió desde el Ejecutivo el ministro de Producción, Francisco Cabrera, para precisar luego que esas “razones son políticas”.

Desde la CGT, el triunviro y diputado massista Héctor Daer aseguró que “para nada” la conducción sindical tiene intención de “desestabilizar” al Gobierno. “Uno plantea las cosas en un diálogo, y demostramos que hay un gran acompañamiento de estas demandas con una movilización. Queremos un país que no siga destruyendo el empleo, el consumo y que no se siga achicando. Queremos un cambio de políticas”, agregó.

En este contexto, el gastronómico Luis Barrionuevo aseguró que “acá no se levanta por nada” el paro y lamentó que “tengamos que llegar a esta medida de fuerza que no hubiésemos querido”.

A todo esto, el ex senador radical Ernesto Sanz, uno de los principales socios del gobierno en la alianza Cambiemos, calificó de “irracional” la huelga y sostuvo que la cúpula de la CGT “tiene que bancar un paro entre dientes” no por convicción, sino presionado por los disturbios generados por manifestantes kirchneristas en la marcha del martes 7 de marzo.

“El Gobierno está solo en esta pelea de cambiar el país porque hay mucha dirigencia política, sindical, empresaria y demás a la que le es más fácil hacer seguidismo, ponerse en la vereda de enfrente, diferenciarse y ahí aparecen los problemas”, advirtió y habló de sectores que “no están a la altura de las circunstancias”.

JUSTIFICAN PROTESTAS

Mientras, el jefe del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, también aseguró que “nadie” quiere desestabilizar al gobierno de Mauricio Macri. Asimismo, reivindicó las movilizaciones y protestas que realizan tanto su agrupación como Barrios de Pie, la CTEP y la CCC al sostener que “no vamos a discutir por planes sociales para las organizaciones”, sino por “políticas generales”.

Consultado por las acusaciones del Gobierno de que hay sectores opositores que presionan para que generar una crisis, Pérsico respondió que esa voluntad “no la tiene nadie” y “mucho menos los compañeros que están en las movilizaciones”.

Finalmente, el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín Ocampo, atribuyó también “intencionalidad política” a los piquetes y planteó que los sectores que están detrás de esas protestas “tienen que tener una responsabilidad en las urnas” y ello “se les tiene que venir en contra”. Consideró que el “año electoral es un punto de inflexión” en el aumento de las protestas callejeras.

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