Chispazos de la magia de Leo y el corazón de Mercado

Pocos rendimientos para destacar en el equipo argentino

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La actuación individual de los jugadores de Argentina dejó pocos puntos altos. Como contrapartida, el nivel de varios jugadores abrió un gran paréntesis de preocupación. El uno por uno:

Sergio Romero (6): más que correcta labor del arquero del equipo nacional. Tapó dos pelotas fundamentales en la parte final y estuvo atento en las salidas a lo largo de todo el partido. Se lo notó con más aplomo que los partidos anteriores.

Gabriel Mercado (7): el lateral fue puro corazón mientras estuvo en el campo. Fue uno de los valores más altos del equipo nacional, a tal punto que la gente hasta coreó su nombre. Sólido en la marca, correcto al pasar al ataque y con un gran corazón cuando el equipo más lo necesitó.

Nicolás Otamendi (6): una fiera en el fondo. Cruzó para los dos laterales y se hizo impasable en el uno contra uno. Un par de veces quedó pagando, producto de la confianza que se tenía para salir lejos. Sin embargo, fue de los mejor de un elenco al que atacaron mucho.

Marcos Rojo (6): sólida tarea del ex hombre de Estudiantes, tanto en la zaga, como en el lateral en la etapa complementaria. Demostró tener carácter y condiciones para cubrir dos puestos en un partido muy chivo. Sacó a relucir todo su temperamento y personalidad.

Emmanuel Mas (4): la pasó mal durante todo el primer tiempo. Por momento muy cerrado, por lo que lo encararon varias veces con el balón dominado y en velocidad Una vez más, la selección le quedó demasiado grande.

Lucas Biglia (5): intentó poner la pelota contra el piso en un equipo caótico, pero le faltó dinámica para presionar del medio hacia adelante. Por momento, se lo vio jugar al tranquito. La estructura precisa más de él a la hora de la recuperación de la pelota.

Javier Mascherano (5): está muy lejos de su nivel. Mal en la entrega de la pelota y apelando al juego brusco, tanto que quedó al borde de la expulsión. Aquel volante tiempista y calculador, anoche, no estuvo presente en el Monumental.

Lionel Messi (8): fue la figura del equipo argentino, pero su nivel fue de mayor a menos. En la primera etapa, descolló cada vez que se lo propuso y aseguró el gol en el penal, con una ejecución certera. En la parte final, cayó en el desorden de un equipo que casi nunca lo acompañó.

Sergio Agüero (4): mal ubicado en el campo de juego por el entrenador, sigue en deuda en la Selección. Empezó con pimienta, pero se diluyó rápido y no le dio al equipo lo que un hombre en ese puesto debe entregar.

Angel Di María (5): más allá de seguir empecinado en la acción individual, al menos se valora la intensidad que le imprimió al juego. Las peleó y las pidió todas, no siempre las terminó bien.

Gonzalo Higuaín (5): trató de forzar errores en el fondo rival al presionar en la salida. Le faltó algo más de peso en el área y combinar más con sus compañeros. Esta vez tuvo un gran despliegue.

Mateo Musacchio (5): entró en la zaga en un partido muy áspero y no desentonó para nada. No se complicó y trató de hacer siempre lo que las acciones requerían. Fue muy práctico.

Ever Banega (5): no fue la manija que el seleccionado necesitaba, para darle juego a los delanteros y combinar con Messi. Quedó en deuda con su ingreso.

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