Violenta entradera a plena luz del día en La Loma: “Esto es una selva”

Tres delincuentes armados ingresaron a una vivienda en 42 entre 22 y 23. Le gatillaron y golpearon al dueño de casa y escaparon con el botín

Con el rostro completamente ensangrentado y una mezcla de resignación y bronca, José Ernesto le relató a eldia.com el violento asalto que sufrió este viernes en su casa del barrio La Loma, cuando tres delincuentes armados ingresaron a la fuerza, le gatillaron y lo golpearon en la cabeza y amenazaron a su familia.

El episodio ocurrió esta mañana, pasadas las 10, en 42 entre 22 y 23, y duró “unos quince minutos que fueron una eternidad”.

“Estaba la empleada doméstica limpiando el porche cuando un tipo la toma del cuello y la mete adentro”, comenzó relatando José.

En ese momento él se encontraba “sentado en la mesa del comedor, esperando a que me vengan a buscar para ir a trabajar”. 

Debido a la disposición de las habitaciones en la casa desde ese lugar se ve la puerta de calle y el living, por lo que la situación pudo ser observada por José, quien se levantó de la silla y corrió a cerrar la puerta que divide el comedor del living. “Pero no llegué, uno de ellos le pegó una patada a la puerta y se metió”, acotó.

Entonces, “me trencé con uno de ellos, porque me gatilló en la cabeza, sin mediar palabra. Y pensé ‘me va a gatillar otra vez’, así que lo agarré de la muñeca, le volví el arma y le gatillé a él en el cuello”. 

Sin embargo, el arma falló “o estaba descargada”, por lo que no salió ninguna bala. 

Entonces se generó el momento más peligroso, porque “vinieron los dos restantes y me pegaron culatazos por todos lados. Uno le decía ‘matalo, matalo’ pero otro lo frenó, y el que me tenía agarrado les dijo ‘dejalo que ya lo tengo dominado’”.

Una vez terminada la gresca, “se fueron para los dormitorios, donde estaban mi mujer y mi mamá durmiendo.” A la primera “la despertaron con el revólver en la cabeza”, y luego las llevaron a la cocina.

Cuando la mujer mayor vio a su hijo tirado en el suelo y cubierto de sangre “se descompensó y se desmayó”, por lo que tuvieron que trasladarla al hospital San Martín.

El resto del ataque fue rápido: “Me robaron el reloj, anillos y dinero. Pero eso no importa, porque el daño que hicieron es psicológico y decí que no estaban mis cuatro nietos.  Estoy cansado de vivir así”. 

“Esto es una zona liberada, pasa de todo. Le roban a los chicos que vienen de la escuela, aprietan a los peatones. Hace diez días me robaron las gomas del auto de la puerta de mi casa. ¿Cómo se puede vivir así? ¿Hasta cuándo esto?”, manifestó, y reclamó respuestas “a la Gobernadora, al ministro de Seguridad y a la Municipalidad”.

Por su parte, los ladrones escaparon del lugar, aunque se desconocen los medios en que lo hicieron.

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