“Nos sentimos muy identificados con el Club”

Confirmó que seguirá jugando seis meses o un año más. “Estoy bien y tengo ganas”

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GUAYAQUIL, ECUADOR
Enviado especial

Uno de los últimos jugadores en salir del vestuario fue Leandro Desábato. Con el paso cansino, los botones de la camisa desprendidos y una sonrisa que no fue mayor por el agotamiento, recorrió los 20 metros del pasillo del vestuario al colectivo. En el medio, se detuvo para hablar en exclusiva con este medio, del partido, del orgullo de tener a estos compañeros y de su futuro como jugador de Estudiantes.

-¿Cómo terminaste luego de un partido tan agotador?

-Muy cansado. Ya había llegado con lo justo después del clásico con los gemelos acalambrados. Tenía temor de ingresar a la cancha y pedir el cambio a los pocos minutos. No quería condicionar al técnico y por eso hablamos. La noche del miércoles me volvió a preguntar cómo estaba y le dije que estaba mejor. Le pedí que tome la mejor decisión y para el equipo. Por suerte jugué, pude aguantar y salió bien. Ligamos lo que no ligamos en los anteriores partidos. Creo que se jugó bien. Por momentos tuvimos la pelota. Si bien ellos nos llegamos mucho en el primer tiempo y en el segundo nos complicaron con la pelota parada, por suerte Mariano (Andújar) estuvo muy bien. Y nosotros convertimos las que tuvimos en el arco de enfrente.

-Recién dijiste algo clave, ligaron todo lo que no habían ligado en otros partidos...

-La Copa es así. Les decía a los chicos que íbamos a tener dos situaciones por tiempo y una había que meter. De visitante es así y más cuando el rival es importante y el clima tan adverso. Si desperdiciás la pagás caro. Contra Botafogo no pudimos meterla y contra Atlético Nacional, si bien ellos nos superaron ampliamente, en los primeros minutos tuvimos una chance clara. De haberla convertido la historia tal vez hubiese sido diferente. Nos vamos tranquilos porque hicimos un buen partido y porque veníamos de hacer un buen clásico, con un viaje bastante largo y un calor insoportable. Es importante haber recuperado esa solidez de equipo competitivo.

-¿Qué sentiste al ver a compañeros y amigos tuyos como Damonte, Braña, Andújar y Schunke haciendo un esfuerzo en la adversidad del partido? ¿Se disfruta más un triunfo así?

-Si, obviamente, es una alegría mayor. Sabemos el esfuerzo que hacemos. Lo mismo el otro día en el clásico. Estamos identificados con el Club, sabemos lo importante que es. A veces tenemos una edad bastante importante y pueden ser nuestros últimos partidos, principalmente en esta competencia tan linda. Lo bueno es poder transmitirles a los más jóvenes todo lo que aprendimos en Estudiantes para que muy pronto sigan ellos, sobre todo en lo relacionado al compromiso y del trabajo y la humildad. Se hace el esfuerzo y como decís vos, ver a compañeros de tantas batallas a tu lado tiene otro valor. Pero también quiero resaltar el trabajo de otros chicos como Augusto (Solari), Facu (Sánchez), el Vasco (Aguirregaray) y Dubarbier, que corrieron y metieron. Hace un año y medio que se viene generando esto, a veces con muy buenos resultados y otras no tanto, pero siempre con una idea. Tratamos de mantener ese espíritu, que es lo que a nosotros nos gusta y a la mayoría de la gente también.

-¿Firmás por seis meses o por un año?

-Hablé con Nelson (Vivas) antes de tomar una decisión. Obviamente que yo me siento bien, con ganas de seguir jugando. También lo hablé con Sebastián (Verón) y la idea es continuar un año más, firmar por una temporada. Y después ir viendo. Fui sincero con todos: me quiero retirar acá y voy a hacer el esfuerzo para ser titular, pero si no me toca iré al banco como ya ocurrió en otros partidos. Apoyaré desde ese lugar y sabe que puede contar conmigo. Un poco me lo pidieron los dirigentes, otro poco con el técnico y después estaban mis ganas.

-¿Y tu familia qué dice que te esperaba en casa?

-Mejor así no me tienen que aguantar (risas). Otra vez tendré que postergar un viaje con mi señora. Lo importante, como dije la otra vez, no es bueno tomar decisiones apresuradas porque cuando las cosas no salen como uno quiere y el equipo no está bien parece como que ya está. Y de repente los resultados acompañan y todos son unos fenómenos. Ni una cosa ni otra, siempre hay que tener un equilibrio, analizar las partes y las situaciones. Por suerte pude jugar el clásico, viajar tan lejos y aguantar los 90 minutos de este partido... Eso me da la pauta que todavía tengo más para dar. Vamos a seguir pero se irá viendo, porque si durante el próximo torneo siento que no rindo voy a pensar en el equipo y también en mí. Entonces daré un paso al costado aunque haya un contrato firmado. Eso lo sabemos todas las partes y está claro.

 

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