Fuerte advertencia del Presidente a jueces, empresarios y sindicalistas

“No pueden creerse dueños de lo que tenemos que hacer”, dijo en la Rosada

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El presidente Mauricio Macri asistió ayer al tradicional Tedeum en el que el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, convocó a superar la “confrontación” y cuestionó que “la inequidad genera violencia” (ver página 7), y luego encabezó un “locro patrio” en el que advirtió a “empresarios, sindicalistas y jueces” que nadie puede creerse “dueño de decirnos lo que tenemos que hacer”.

El encendido mensaje fue en el Museo del Bicentenario, donde se sirvieron empanadas, platos de locro y pastelitos de dulce de batata y de membrillo, y hubo un espectáculo artístico de música folklórica para celebrar los 207 años de la Revolución de Mayo.

Allí, Macri recordó que los hombres y las mujeres que llevaron adelante la gesta de Mayo “vencieron los miedos y decidieron que querían ser libres” y resaltó que “no querían que alguien, allá a la distancia, se sintiese dueño de lo que ellos tenían que hacer en su vida diaria”, apuntó. En ese contexto, sostuvo que “un poco más de 200 años después, se nos repite la historia” y afirmó que hoy “tampoco desde la política o desde la dirigencia, porque también puede pasar entre los empresarios, los sindicalistas y los jueces”, nadie puede creerse “dueño de decirnos lo que tenemos que hacer”.

UN CAMBIO

“Hoy los argentinos decidimos un cambio que tiene que ver con querer ejercer nuestra libertad, la de elegir dónde trabajar y cómo vivir y desarrollarnos”, indicó y ratificó que “los ciudadanos somos lo que tenemos el poder y elegimos servidores públicos, como el que les habla, para que nos ayuden a trabajar y a desarrollar y a superar las dificultades”, señaló el Presidente.

También explicó que “cuando decimos que queremos ser libres para progresar no elegimos aislarnos del mundo, porque queremos ser parte del mundo” .

“Hoy en el día de la Patria les digo que vamos por el camino correcto, pero lo tenemos que hacer juntos. Esta no es una tarea de un Presidente, de un Gobierno o de unos pocos”, afirmó.

SIN CARRIO

La Plaza de Mayo, en el festejo patrio mañanero, lució semivacía y con una gran cantidad de policías para el Tedeum que se ofició en la Catedral metropolitana, donde el presidente Macri se mostró recuperado de la descompensación sufrida en Ecuador, acompañado por la primera dama, Juliana Awada, y gran parte de su gabinete.

La ausencia saliente fue la de la diputada nacional Elisa Carrió, quien esta semana manifestó diferencias con Macri por el avance de distintas causas de corrupción y su enfrentamiento con la número dos de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Silvia Majdalani.

Macri llegó a la Catedral a pie, a las 9.45, en un momento en el que la lluvia dio tregua, junto a su mujer; el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo; el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó; el jefe de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti; y algunos ministros nacionales.

Tras recorrer la avenida Rivadavia, el mandatario llegó minutos de las 10 al templo y antes de ingresar recibió honores de representantes de la Fanfarria Alto Perú y del Regimiento Granaderos a Caballo General San Martín.

En el ingreso, el jefe de Estado fue recibido por el cardenal Mario Poli. Macri vivió la ceremonia ataviado con la banda presidencial y tomando el bastón de mando, en el estrado designado para los jefes de Estado, acompañado por la primera dama, con quien estuvo gran parte de la homilía tomado de la mano.

El mandatario tuvo una breve participación en la que leyó junto a Poli una plegaria por el bienestar, la paz y la prosperidad de la Patria.

Además del Presidente, estuvieron en la Catedral la vicepresidenta Gabriela Michetti, la mayoría de los ministros del Gabinete nacional y representantes de la Corte Suprema, del Congreso, de las Fuerzas Armadas y de la diplomacia.

Preguntado sobre la sugestiva ausencia de la aliada Carrió en el Tedeum, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, dijo que habrá sido “por un problema de agenda”, aunque remarcó, una vez más, que ella es “un pilar central de Cambiemos”.

Minutos antes de las 11, los asistentes entonaron las estrofas del Himno Nacional, tras lo que se escuchó un “Viva la patria”, que fue coreado por el propio Presidente con el puño derecho en alto.

Luego, Macri y Awada saludaron a Poli, a los obispos auxiliares, a los seminaristas y a los representantes de otros cultos, y dejaron la Catedral.

En ese momento, Rodríguez Larreta sufrió el cuadro de baja en su presión arterial, por lo que se retiró a su domicilio particular.

Antes de subirse al auto oficial, Macri saludó a los pocos asistentes que se acercaron a una Plaza de Mayo que desde temprano estuvo custodiada por cientos de policías.

El resto del Gabinete emprendió el regreso a la Casa Rosada a pie, para participar al mediodía de un almuerzo con locro incluido, en el Museo del Bicentenario.

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