“Por primera vez en mi vida no me sentí un fiscal, sino una víctima”
Edición Impresa | 3 de Mayo de 2017 | 01:55

“Empecé a recordar cosas que no recordaba, algunas frases que me dijeron; también que me hicieron cerrar los ojos y me preguntaron ‘cómo veía a mis hijos marchando’. Recién hoy entendí que eso era por las hijas de (Alberto) Nisman”, dijo a este diario el fiscal platense Fernando Cartasegna, después del ataque y las amenazas que sufrió el último fin de semana. Según explicó, logró recuperar esas vivencias en las dos horas que pasó declarando como testigo frente a su colega que investiga la causa, Ana Medina.
De ella resaltó la capacidad de trabajo, porque “por primera vez en mi vida no me sentí un fiscal, sino una víctima” y desde ese lugar aportó información importante para el caso, por el momento impune.
Mientras Medina busca testigos y cámaras que hayan registrado lo que pasó entre el sábado y el lunes dentro y fuera de las fiscalías y en la casa de Cartasegna, éste recibió ayer a la mañana el expediente que habría detonado el “apriete”: el desprendimiento de la llamada “causa de los sobres”, por la supuesta vinculación entre policías y abogados “caranchos” (ver pág. 21), aunque ayer su responsable, el fiscal Marcelo Martini, tildó esa hipótesis de “circo VIP”, dando a entender que tendría otro trasfondo. “No viene por ese lado”, expresó ante la prensa.
Como se informó en la edición de ayer, este fin de semana el funcionario que encabeza tres fiscalías (la 4; la 9 -de Autores Ignorados-, y la que investiga delitos conectados con la trata de personas) fue golpeado e intimidado de distintos modos.
Cerca de las 6 de la mañana del sábado, dos hombres y una mujer vestidos con viejos uniformes de policía lo atacaron a golpes apenas estacionó su coche en 8 entre 57 y 58. “La mujer hacía de campana, mientras uno me sostenía y pegaba, y el otro, que parecía drogado, iba y venía, también para pegarme”, recordó. Según reveló el fiscal a este diario, el que estuvo todo el tiempo a su lado se encargó de transmitirle los inquietantes mensajes.
“Me decía ‘llevá la causa como te decimos, o bajate; o te metés al baño... ¿cómo ves a tus hijas marchando?’”, relató Cartasegna, quien recién en las últimas horas empezó a relacionar esas imágenes con el fiscal Nisman, muerto de un tiro en circunstancias dudosas. “No lo vinculé hasta que no me imaginé muerto”, reconoció.
Calcula él que a la escena del ataque debieron verla “no menos de 40 personas”, hasta que los agresores lo condujeron por la fuerza a un garaje de la cuadra, para continuar con los golpes. Entre las frases que le lanzaron, el fiscal escuchó el nombre de sus hijos y “la palabra ‘retorno’, o algo similar”, detalló ayer. Maltrecho y aturdido, mientras los delincuentes se iban en lo que podría ser un patrullero fuera de servicio,
Cartasegna llegó a su fiscalía, cumplió con su jornada de trabajo y “hasta hice cosas que ni recordaba, como atender a una radio y cargar nafta”, contó.
Horas más tarde, como sintió que le había bajado la presión, salió a comprar un chocolate. En ese momento volvió a ser agredido por un desconocido que, a la carrera, pasó y le pegó un cachetazo en la nuca. Las amenazas no terminaron ahí, ni entonces.
Como se informó en la edición de ayer, este fin de semana el funcionario que encabeza tres fiscalías (la 4; la 9 -de Autores Ignorados-, y la que investiga delitos conectados con la trata de personas) fue golpeado e intimidado de distintos modos
El domingo a la noche Cartasegna estaba en su casa de Gonnet cuando escuchó ruidos y al asomarse vio a su perra labradora tirada en el parque, al lado del alambrado roto. La habían golpeado y tenía sangre en la boca, por lo que el fiscal supone que “intentaron meterse en mi casa y ello lo evitó” a los mordiscones. Lo que sí hicieron los delincuentes fue tirar a la casa lindera al pato que Cartasegna tiene como mascota y recuperó antenoche (ver página 21).
El lunes a la mañana encontró en la puerta de su vivienda panfletos con amenazas de muerte y manchas que parecían de sangre, pero que eran de ketchup, con la leyenda “conozca al próximo Nisman”. Los mismos papeles aparecieron en distintos ambientes de la fiscalía y también, increíblemente, antenoche en la casa de Gonnet, una vez que el caso tenía amplia difusión en los medios nacionales y Cartasegna estaba ya con custodia policial.
Por otro lado, ayer trascendió el rumor de que un empleado de su fiscalía había sido demorado por la pegatina de los afiches, algo que fue desmentido por el propio funcionario. “Ese muchacho fue el encargado de despegar los carteles, no de pegarlos”, aclaró.
A Cartasegna lo cuidan por estas horas dos policías de la Bonaerense y uno de la Federal que lo acompañan a donde vaya (custodia dinámica). También se resolvió preventivamente sacar a su familia de la casa.
Pese a todo, el fiscal aseguró que no tiene miedo y calificó a sus atacantes como “ unos tarados”. Además, sostuvo que tras el ataque siente “más curiosidad” por leer el expediente que le envió el fiscal Marcelo Martini y llegó a su despacho a las 10.20 de ayer.
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