Dos hermanos frustraron una entradera a los golpes y terminaron en un hospital

Fue después de que el ladrón amenazó con dispararle al hijo de uno de ellos. Lo detuvieron

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Había empezado como un robo más, que se transformó cuando el delincuente lanzó la frase que enervó los ánimos: “Dame todo o le tiro al nene”, dijo señalando a un chico de 15 años. Su padre se salió de la vaina y enfrentó al ladrón a golpes, lo mismo que el tío del joven. Los dos hermanos terminaron muy lastimados por el forcejeo, y el asaltante finalmente fue detenido por la policía.

Sucedió cerca de las 12.20 del mediodía de ayer, en 11 entre 37 y 38. El dueño de esa casa estaba por ir a la escuela de uno de sus hijos cuando empezó todo.

En el frente de la vivienda había estacionada una moto, de una persona que estaba cortando el pasto ahí. Desde afuera, alguien gritó que estaban intentando robar ese vehículo. Pedro Baldeón (52) salió a ver qué pasaba y descubrió que era un engaño para abordarlo en la vereda.

“Me llevaron para adentro encañonado y después le apuntaron a mi hijo”, relató el hombre, consultado por este medio.

golpes y culatazos

El arma ya estaba “martillada” y lista para ser disparada, a decir de Pedro. El momento en que el delincuente -de unos 30 años y corpulento- amagó con lastimar al adolescente, su padre se encegueció y no le permitió hacer más nada al intruso.

“Me le fui encima y le quise sacar el arma”, aseguró Pedro acerca de un intento que le costó por demás. La víctima sufrió trompadas y culatazos en la cabeza que lo dejaron muy lastimado.

Lo mismo le pasó al hermano de Baldeón, que intervino cuando escuchó el forcejeo y los gritos cruzados.

Aún entre dos, la expulsión del delincuente a la calle resultó trabajosa para los hermanos, porque el ladrón opuso una resistencia muy férrea.

Ya en la vereda fue cuando se vio que el sujeto llevaba un bolso con una barreta y otros elementos que no trascendieron.

El asaltante y el hermano de Pedro siguieron trenzados en lucha, cayéndose por el suelo y volviéndose a levantar, intercambiando golpes.

captura

En ese momento apareció un policía, que sería vecino del barrio, y le avisó a sus colegas de la jurisdicción sobre lo que estaba pasando.

Así fue que rápido se llenó de agentes esa cuadra y las aledañas. Los efectivos persiguieron al fugitivo, que andaba a pie, hasta poder ubicarlo y detenerlo a solamente 250 metros.

El delincuente fue finalmente arrestado muy cerca de la esquina de 12 y 36, otro punto donde se montó un operativo policial.

Según voceros del caso que investigan de cerca este episodio, el delincuente no eligió ese camino azarosamente, sino que habría corrido en dirección a su domicilio, “cercano” al lugar que eligió para ingresar a robar.

los dos internados

Aunque hubo algo de calma una vez que al sujeto lo atraparon, la tensión siguió en la casa de los Baldeón. Pedro quedó con su cabeza plagada de heridas cortantes y hemorragias. Y su hermano quedó igual de lastimado, sobre todo por un botellazo que le partieron en la cabeza y que lo dejó muy descompuesto en las horas siguientes.

Ambos fueron internados en el hospital Gutiérrez, aunque la diferencia fue que a Pedro lo trasladó el SAME y a su hermano, los policías.

En un breve repaso por la inseguridad en el barrio (ver Recuadro), el hombre aseguró que lo tenían “estudiado” porque ya le intentaron entrar a robar en horas del mediodía, otras veces que él no estaba en su casa.

“Ya me limaron dos rejas para entrar por ahí. Otro intento fue el viernes, que me intentaron tirar la puerta abajo a patadas”, aseguró Baldeón.

 

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