Empleos con planes sociales, entre apoyos, críticas y dudas

El Gobierno salió a defenderlo con el visto bueno de empresarios. Reparos de otros sectores

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Fuertes repercusiones tuvo el llamado “Plan Empalme” que lanzó el presidente Mauricio Macri en un acto gremial y que consiste en incorporar al empleo formal a beneficiarios de planes sociales. Desde el Gobierno salieron a respaldarlo y contaron con el respaldo de empresarios e industriales. En cambio, desde la CGT, organizaciones sociales y la oposición surgieron algunas dudas, y desde la izquierda se lo rechazó de plano.

Macri visitó ayer por la mañana la fábrica Galaxia, una cooperativa en el partido bonaerense de Florencio Varela, recuperada por sus trabajadores para conservar sus puestos de trabajo tras la crisis de 2001, y conversó con los operarios sobre los alcances del Programa. “Estamos buscando que cientos de miles de personas, muchos jóvenes, que están cobrando subsidios desde el año 2001 para acá”, puedan incorporarse al sistema de trabajo formal, remarcó el jefe de Estado y explicó que el subsidio originalmente “se pensó como un puente” para sobrellevar situaciones de desempleo, “pero lamentablemente pasaron ya casi 15 años” y persiste la necesidad de la ayuda.

DEFENSA, PERO...

Desde Cambiemos, el jefe del bloque radical de la Cámara de Diputados, Mario Negri, aseguró que si bien el plan “no resuelve el problema de fondo”, el trabajador se sentirá “incorporado al circuito productivo”, en una medida que demuestra que “el Gobierno busca cómo incentivar el empleo formal”.

Por su parte, el jefe de la UATRE, Gerónimo “Momo” Venegas -quien acompañó al Presidente en el anuncio-, apostó que la iniciativa funcionará pero añadió que debe sumarse la “capacitación”, tras lo cual subrayó: “Que un trabajador que cobra 400 pesos pueda ir a trabajar, y que esos 400 pesos formen parte de un salario que ayude al empresario, es buenísmo”.

Mientras empresarios e industriales de distintos sectores respaldaron el anuncio del Gobierno pero lo condicionaron al crecimiento de la actividad económica que permita al sector productivo recuperar la demanda laboral.

en la otra vereda

No obstante, desde las organizaciones sociales, el movimiento Barrios de Pie salió ayer por la mañana a plantear sus reparos: “Suena más a una medida efectista y de marketing que a un esquema serio de reconversión de los planes sociales en empleo”, afirmó Daniel Menéndez, coordinador nacional, en declaraciones radiales.

También desde la oposición y el sindicalismo expresaron sus reparos sobre los alcances de la iniciativa. El secretario de Comunicación de la CGT, Jorge Sola, celebró el anuncio pero advirtió que “las condiciones para que eso suceda no están”, al apuntar que “no se va a generar trabajo mágicamente, para eso hay que cambiar condiciones macroeconómicas, y eso está bastante lejos”.

“Por qué razón los empresarios escucharían” en esta oportunidad cuando la CGT “firmó dos convenios con el Gobierno y empresarios y no se cumplió ninguno”, se preguntó, por su parte, el jefe del Sindicato de Canillitas, Omar Plaini.

Por el Frente de Izquierda, el diputado Néstor Pitrola definió la iniciativa como un “subsidio a la patronales” en “función de una precarización laboral”, además de alertar que provocará “despidos de trabajadores con antigüedad”. Mientras, desde la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Juan Martin Carpenco afirmó que “las políticas para generar empleo formal siempre son bienvenidas” pero alertó que “esto ya se hizo y no va a funcionar”.

Desde el massismo, el dirigente Daniel Arroyo apuntó que “el concepto está bien”, aunque “hay que ver cómo se implementa” porque “no debería convertirse en flexibilidad. Las empresas no tomarán gente si no producen/venden. Si no arranca la economía, cualquier iniciativa va a tener el problema de que no se están buscando trabajadores”, evaluó desde su cuenta en Twitter.

Por último, la agrupación kirchnerista La Cámpora señaló en sus redes sociales que si bien “la idea no es mala, lo que por honestidad intelectual deberían decir Macri y el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, es que esa política fue diseñada por la ex presidenta” Cristina Fernández en 2010 a través del “Programa de Inserción Laboral en Empresas”.

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