Alto, bien alto

Mejor no podía ser el estreno de Gustavo Matosas al frente de Estudiantes. Ganó en un terreno hostil y el equipo tuvo varios puntos altos con Andújar, Rodríguez y Ascacibar a la cabeza.

Estudiantes jugó contra la altura y el plan salió casi a la perfección. Si el 0 a 0 era negocio, el grito de Lucas Rodríguez se convirtió en el premio mayor, tras un arranque de partido en donde las mejores sensaciones corrían por cuenta del elenco local. Nacional Potosí demostró ser un equipo de menor calibre, pero la localía fue su aliado principal, fundamentalmente en el primer tiempo.

Una ráfaga de llegadas claras mostraron pequeñas grietas en la defensa albirroja, pero todos los intentos se toparon con la gran figura de Mariano Andújar. Una y otra vez el arquero mantuvo al equipo en juego y tuvo su gran noche; probablemente la mejor en lo que va del año. Sostenido desde el arco, el equipo buscó adelantarse para estar más cerca del área rival y si bien no pudo hacerlo con firmeza, la banda izquierda aparecía como el lugar más potable para lastimar.

Con el correr de los minutos los casi 4000 metros de altura fueron ganando en protagonismo y Estudiantes desde lo táctico se fue acomodando de manera inteligente. Ya con un hombre más, plantado en campo propio, y sin presionar de manera alocada. El ingreso del colombiano Otero aportó aire de mitad de cancha hacia adelante y todo parecía quedar supeditado a una contra.

Ascacibar robó nuevamente en el medio, y de izquierda a derecha la pelota llegó a poder de Otero, pasando por Lucas Rodríguez. El Ruso se puso el traje de wing y recibió nuevamente en la banda para habilitar la definición de Titi casi debajo del arco.

Una victoria fundamental la de Estudiantes. Fue la primera en la elevada Bolivia y sirve para que la nueva etapa siga su curso, ganando confianza y buscando mayor altura para lo que viene.

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