Unos 200 heridos y decenas de detenidos por nuevos incidentes en la cumbre del G-20

Sumaron refuerzos en Hamburgo, pero volvieron a producirse choques violentos con manifestantes

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HAMBURGO.- Grupos de manifestantes se enfrentaron violentamente con las fuerzas de seguridad ayer en Hamburgo por segundo día consecutivo, prendiéndole fuego a automóviles y tratando de ingresar en el centro de convenciones donde se celebra la cumbre del G20.

Para encarar un segundo día de disturbios, la policía despachó a otros 900 agentes a custodiar la ciudad, provenientes de otras regiones del país. Por lo menos 196 policías resultaron heridos, decenas de manifestantes fueron llevados a hospitales y más de 80 activistas fueron arrestados.

Por su parte, la canciller Angela Merkel consideró a las violentas protestas como “inaceptables” (ver aparte).

DECENAS DE MARCHAS

Miles de policías antimotines vigilaban unas 30 marchas de protesta. La mayoría de las marchas fueron pacíficas y hasta creativas, pero algunos manifestantes lanzaron bombas molotov, tubos de hierro y piedras.

Al caer la noche, algunos encendieron piras en las calles del barrio de Schanzenviertel.

En el vecino distrito de St. Pauli, miles de personas bailaron en las calles con música techno y hip-hop mientras los líderes internacionales escuchaban un concierto de la orquesta filarmónica de la ciudad bajo fuerte protección policial.

Más de 20.000 agentes estaban disponibles para proteger las calles, el cielo y los ríos de la ciudad.

La policía usó chorros de agua para dispersar a los manifestantes, mientras otros agentes tuvieron que sacar a rastras a los descontentos que se habían sentado en las vías de acceso al centro de convenciones y que habían gritado a los convoyes que iban entrando.

Además los manifestantes le impidieron a la primera dama estadounidense Melania Trump llegar al lugar donde las demás primeras damas realizaban un evento.

La violencia pareció empeorar ayer, cuando algunos activistas irrumpieron en una estación de trenes clausurada, tras doblar los postes de hierro en la entrada.

La policía respondió con chorros de agua para evacuar la estación de Landungsbruecke.

Los manifestantes repetidamente trataron de irrumpir en la zona restringida, entre ellos 22 nadadores de Greenpeace que trataron de llegar a la zona desde el río Elba, pero no lo lograron, según la policía.

CONCIERTO

Más tarde, los activistas trataron de llegar a la Sala de la Orquesta Filarmónica de Hamburgo, donde los líderes mundiales iban a escuchar un concierto y asistir a una cena. Buques de Greenpeace propalaron música a alto volumen para entorpecer el encuentro.

La policía condenó “la asombrosa criminalidad y el alto potencial de violencia”, y tuiteó una foto de un policía con una herida sangrante, producto de una piedra lanzada.

El momento de más crítico se produjo con la llegada a la Elbphilharmonie, la recién inaugurada filarmónica de la ciudad, de la caravana de los líderes para el concierto que Merkel y su esposo, el catedrático Joachim Sauer, ofrecían a sus invitados en el más costoso proyecto cultural de Alemania y la nueva señal de identidad para Hamburgo. (AP y EFE)

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